Los principales partidos políticos de México no son de confiar. El gobernante Partido Revolucionario Institucional, que lidera el presidente Enrique Peña Nieto podría figurar en el Libro Guinness de los Records como el campeón de la mordida. Su especialidad es tapar un escándalo con otro escándalo. Basta ver lo ocurrido con la cancelación del proyecto del tren bala.
El pasado 3 de noviembre, el gobierno otorgó al consorcio China Railway Construction Corp. la autorización para construir un enlace de trenes de alta velocidad entre ciudad de México y Querétaro. El consorcio, en el cual participaban cuatro compañías mexicanas, tres vinculadas a Peña Nieto, se convirtió en el único licitador del proyecto. Varias empresas rivales fueron desalentadas de participar, entre ellas Bombardier y Alsthom de Francia.
La cadena noticiosa McClatchy dijo que de acuerdo al senador mexicano Javier Corral, del centroderechista Partido Acción Nacional, el proyecto “fue manipulado” para beneficiar al consorcio chino. Según Corral, el grupo empresarial tuvo acceso a información “que dejó a otros oferentes en desventaja, obligándolos a retirarse de la subasta”.
Una de las compañías integrantes del consorcio chino era Constructores Teya, propiedad de Juan Armando Hinojosa. La cadena McClatchy indicó que “obtuvo cientos de millones de dólares” cuando el actual presidente fue gobernador del estado de México.
¿Por qué canceló Peña Nieto la construcción del tren, quedando en ridículo ante las autoridades de Beijing? Porque la compañía de Hinojosa, una de las potenciales beneficiadas con la licitación del tren bala, vendió a Angélica Rivera, la esposa del presidente, una mansión.
El enredo, y las explicaciones son dignos de ese genio mexicano llamado Mario Moreno, Cantinflas. Según una evaluación que hizo una firma contratada por el equipo de reporteros encabezado por la periodista Carmen Aristegui, la casa de la primera dama mexicana se cotizaba a siete millones de dólares en el mercado inmobiliario.
Nadie sabe cuanto pagó la señora Rivera por la vivienda, pues según las leyes mexicanas, los cónyuges de los jefes de estado no requieren presentar una declaración de su patrimonio. ¿Pagó más, pagó menos, y si pagó menos, cuanto menos? Mejor no seguir preguntando. Pero, a veces, el que habla, otorga. La señora Rivera, una famosa actriz de telenovelas, dijo en un video que había ido pagando religiosamente las cuotas de la vivienda, pues el canal donde trabajaba, Televisa, le entregaba excelentes salarios.
Pero dos meses después de los hechos de violencia ocurridos en Iguala, siguen sin aparecer y las autoridades creen que quizá no los encontrarán, porque dicen contar con fuertes indicios de que fueron asesinados en un basurero de Cocula, Guerrero, en una acción que involucró a policías municipales y sicarios del grupo criminal Guerreros Unidos, como lo señaló en una conferencia de prensa, realizada el 7 de noviembre pasado, el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam. "Los detenidos señalan que en ese lugar privaron de la vida a los sobrevivientes y posteriormente los arrojaron a la parte baja del basurero donde quemaron sus cuerpos".
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