El gobierno de Maduro en vez de tomar medidas para corregir de manera profunda las causas de su fracaso, las que toma son para que sea el pueblo el que pague las consecuencias de sus errores, como las captahuellas para el racionamiento de alimentos y bienes esenciales, y la necesidad de hacer colas para todo, incluyendo las que hay que hacer para comprar bienes importantes de cuya producción se ha hecho cargo el Gobierno como el cemento y las cabillas, que es imposible conseguirlos a precio regulado, en cambio a precio de dólar libre sí se consiguen pero a través de los testaferros, a quienes el Gobierno ha puesto para controlar esas actividades.
Como medidas complementarias y para que los más allegados al Gobierno controlen el gran negocio de las importaciones que es el peor enemigo de la producción nacional, el 25 de agosto Maduro dictó el Decreto 1.192 para que solo el Vicepresidente ejecutivo pueda autorizar las licencias de importación, todos sabemos lo que eso significa para un industrial, comerciante o ciudadano común que necesite importar algo, que si vive en el interior del país es más grave y es que estos mecanismos imponen alcabalas donde prosperan los grandes comisionistas, mientras se paraliza el país porque no llegan los bienes esenciales para trabajar y producir..
Para darle mayor velocidad al retroceso, y dejar muy claro que el Gobierno ignora o le conviene ignorar lo que está ocurriendo en nuestras fronteras, en la Gaceta Oficial No. 40.481 de este 22 de agosto el Gobierno prohíbe la exportación de 21 rubros alimenticios, además de prohibir la exportación de pañales, papel higiénico, toallas sanitarias, champú, jabón de tocador, crema dental, etc.
Todo lo cual parece indicar que el Gobierno no sabe que todos esos productos salen por nuestras fronteras en inmensas cantidades, y quienes las sacan no necesitan licencias de exportación, porque saben que pagando las tarifas que los funcionarios civiles o militares imponen en las fronteras, pasan lo que quieran, incluyendo gandolas con gasolina y que cerrando las fronteras lo que se logra es que suban esas tarifas.
Esos Decretos y decisiones se convertirán en trabas burocráticas que le generan ingresos a los testaferros y no resolverán los problemas de fondo, como no lo harán las captahuellas de Racionamiento.
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