La sustitución de importaciones por producción nacional, planteada el presidente Maduro el pasado martes no sería algo factible en el escenario económico y burocrático actual, y mucho menos para este 2014. Así lo consideraron la economista y miembro de la consultora Ecoanalìtica, Jessica Grisanti, y el presidente de Conindustria, Eduardo Garmendia.
En su alocución, el Jefe de Estado sostuvo que Venezuela estaría en capacidad de disminuir 20 ó 30 por ciento de las divisas que se utilizan por concepto de importaciones "porque se pueden producir en el país", como las autopartes y repuestos de maquinarias. Sin embargo, Garmendia, como representante del sector industrial venezolano, no lo cree posible si no se aplican inmediatamente cambios oportunos en las políticas y se solventan los problemas de las empresas básicas.
Una divisa barata
Garmendia resalta que el panorama de hoy día en Venezuela no está presto para un incremento productivo. A su parecer, para que eso ocurra "se necesitaría un cambio importante en el conjunto de leyes y regulaciones que han venido disminuyendo la producción nacional". "En las circunstancias actuales las probabilidades de que ocurra (la reactivación de los aparatos productores) son muy bajas", dice el industrial.
De manera similar opina la economista Grisanti. "Dadas las condiciones actuales: control cambiario y controles de precios, es imposible lo que dijo el Presidente", explica.
Entre algunas de las razones que desmotivan la producción el que en el país, a su parecer, está es que resulte más lucrativo importar que producir. "Todo lo que está debajo el tipo de cambio real, es barato. A la empresa le sale más barato importar a Bs. 6,30 (o a tasa Sicad I o II). Tener un cambio barato no incentiva a producir, porque sale más económico pedir divisas para importar que realizar todos los gastos que habría que realizar para producir aquí".
Pero el problema no sería solamente el tipo de cambio. Grisanti explica que los que se animan a producir en el país con materia prima importada, aun deben pasa por el tardío proceso de la liquidación de divisas. Asunto que no se resolvería con la liquidación oportuna a la empresa productora en cuestión, sino más bien a toda la cadena que se encarga de la comercialización de los productos. "Si no liquidan a maquinaria, como transportan, por ejemplo".
Encima de eso, refiere que Venezuela se hallaría entre los últimos lugares del indicador del Banco Mundial sobre la facilidad para hacer negocios en 187 países del mundo. "la facilidad para hacer negocios en Venezuela es nula. Aquí necesitas más trámites, pagas más impuestos. Venezuela no crea un ambiente para producir ni trae inversión".
Aun con una unificación de las tasas de cambio oficial, Grisanti dice que las mejoras económicas no se verían hasta dentro de unos dos años. Por lo que la situación para la industria nacional no sería más sencilla.
El director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros dijo que se trata de "reeditar aquello del ´compre venezolano"
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