Cada vez que se acerca un 23 de Abril, por todo el país y como en los tiempos de aquella clandestinidad insurgente, todavía a cientos de hombres y mujeres se le arremolina la memoria y los recuerdos de aquel hecho histórico, producido al calor del debate y el combate por la vida. Desde aquel abril de1966, donde un grupo de combatientes liderados por Douglas Bravo, desde las serranías de Falcón, decidieron reafirmar su condición de guerrilleros, hasta los años que definitivamente resolvieron silenciar sus fusiles y espoletas, siempre esa fecha aniversario era celebrada con operaciones militares riesgosas, contra intereses imperiales y nacionales o con la simple colocación de cajas sonoras, para recordarle a los que nada tenían que perder, que allí seguían presentes los militantes y dirigentes del PRV FALN, comprometidos por el futuro de esta Venezuela.
Ahora bien, a cuarenta y seis años de aquel episodio, si algo hay que resaltar en los actuales momentos, no seria tanto el heroísmo y arrojo con que se asumió aquel compromiso de lucha; bien porque sobre ellos se ha escrito de manera reiterativa, tanto por los protagonistas de esa pléyade de subversivos, para utilizar el lenguaje displicente con que le disparaban sus enemigos, como por todo lo divulgado acerca de aquellos años de violencia urbana y rural. El Partido de la Revolución Venezolana, al margen de su postura abstencionista, también jugó un papel estelar y de manera continua, durante casi tres décadas en la construcción de un vigoroso movimiento político y social, que serviría de impronta a los cambios que se han producido en los últimos tiempos en el país.
¡Ruptura golpeará en Marzo! Con esa consigna plasmada en un afiche, un buen día, los activistas del clandestino PRV, comenzamos a embadurnar las principales calles venezolanas, para anunciarle a los trabajadores, profesionales, estudiantes, amas de casa, dirigentes populares y en fin a todo el pueblo, que a partir de ese momento saldría un periódico revolucionario, que tendría como objetivo principal, Agitar, Propagar y Organizar, lo que resultó ser a mediano plazo, un poderoso movimiento político, que cada vez con más fuerza se hacia presente en casi todas las luchas, libradas por todos los sectores sociales en la conquista de sus derechos.
En el ámbito cultural, nadie podrá negar que fue precisamente y a raíz de los debates en el seno de su Buro Político y hasta en el último de sus cuadros y militantes, donde surgiera la esplendorosa idea de convocar en la ciudad de Barquisimeto, al primer gran encuentro nacional, de lo que seria después, el Movimiento Por Los Poderes Creadores del Pueblo "Aquiles Nazoa". Desde esta estructura política y cultural, rápidamente por todos los estados y de manera casi aluvional; al PRV comenzaron a acompañarlo, artistas, músicos, pintores, poetas y toda clase de cultores populares, que de inmediato y al calor del combate popular, se batieron duro y sin dobleces, en las luchas comunitarias de las grandes ciudades del país.
Las huelgas de los trabajadores de Uniroyal, Diana, Ford, Telares Maracay, Texfin, Flexilon, en Aragua, Carabobo y en los recios combates de los trabajadores del Estado Miranda y el Distrito Federal, al lado de otras organizaciones de vanguardia clasista, también fueron liderizadas o acompañadas por las manos solidarias, de curtidos militantes sindicales, vinculados a las orientaciones políticas irreductibles y de cero conciliación con la clase patronal, que emanaban desde las direcciones de los Distritos Políticos Militares, en toda la región central del país. La inquebrantable huelga de los trabajadores de las Bananera en Yaracuy, al igual que la primera huelga de los mal asalariados empleados y obreros de Petroquímica del Tablazo en el Estado Zulia, contaron entre otros con una fuerte presencia de activistas de Ruptura y el PRV.
En las FCU de la UCV, UC, LUZ, UCLA, ULA, UDO y en el movimiento estudiantil de educación media, junto a la presencia y liderazgo que tenían el MAS, el MIR, Bandera Roja, y la Liga Socialista; como hormigas rojas, fueron apareciendo los muchachos del PRV - Ruptura, quienes sin descanso y como combatientes de vanguardia, impulsaban y promovían la combinación de sus luchas y reivindicaciones estudiantiles, con la de los vecinos en todos los barrios donde aparecía el combate social.
En definitiva el PRV - FALN - RUPTURA tiene su puesto merecido en la historia política contemporánea de Venezuela, hoy a sus 46 años de haberse sembrado la primera semilla de su formación y, al margen de que sus dirigentes, cuadros medios y militantes, dejamos su militancia orgánica; podemos andar tranquilos, porque se logró en gran medida, uno de sus objetivos propuestos, como lo fue el dejar una honda huella en todo este transitar de casi medio siglo, pensando y actuando en cualquier rincón de la patria donde nos encontremos, que hemos sido, somos y seremos la alegría y la vida, en permanente lucha contra la tristeza y la muerte; como diría nuestro recordado Comandante Carache, Argimiro Gabaldón.
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