Foto: Silvia Salas |
Estrelló el puño sobre el escritorio, rompiendo la calma que había hasta el momento. Entre iracundo y dolido, alza su voz para preguntar “¿Cómo es posible?”. Julio Portillo, presidente saliente de la Academia de la Historia del Estado Zulia, no pudo contener su indignación mientras recordaba que, en julio de 2010, el bicentenario de Rafael María Baralt pasó por debajo de la mesa en Venezuela.
Portillo defiende la idea de impartir la historia del Zulia como materia obligatoria en las escuelas.
“Ni siquiera un homenaje le hicieron en Caracas. Si no es por nosotros los zulianos, la fecha hubiese pasado inadvertida. En República Dominicana hicieron un concierto magnífico en su honor y Venezuela no hizo nada”, dice con amargura. En su estudio repleto de libros, conversa sobre el trabajo que la Academia realizó durante los dos años de su presidencia.
“En mi periodo celebramos el bicentenario de Baralt, un zuliano internacional que estudió en Colombia, es hijo adoptivo de República Dominicana y fue el primer latinoamericano en ser admitido a la Real Academia Española de la Lengua. Fue una lástima que el Gobierno Nacional no decretara el bicentenario de Baralt”, lamenta de nuevo.
Los miembros de la academia publicaron, en los últimos dos años, 18 libros de temáticas diversas. Educación, economía, historia del Zulia e historia de la medicina fueron algunas de las áreas que los expertos abordaron en estas publicaciones. Cerca de 100 artículos de opinión se publicaron en diarios regionales.
No se le puede tener miedo a la verdad histórica
Instituciones de la región como la Biblioteca Pública, el Consejo Legislativo y la Arquidiócesis de Maracaibo recibieron la asesoría directa de los historiadores. En el caso de la Arquidiócesis, Portillo e Iván Parra se dedicaron a una tarea de amplias ramificaciones históricas: la organización del archivo arquidiocesano.
El registro civil de la Maracaibo de antaño –hasta el año 1870– reposa en este cuantioso cuerpo de datos. De igual forma, el Museo Arquidiocesano “Obispo Lasso de la Vega” abrió sus puertas tras doce años de clausura bajo la asesoría de la Academia. Hoy exhibe al público vestimenta, platería y artículos históricos de la época.
La Academia recomendó que los restos de dos insignes pintores zulianos sean admitidos al Panteón Regional: Manuel Puchi Fonseca y Julio Árraga. “Cuando apenas eran unos muchachos se fueron a Florencia a estudiar y regresaron como maestros del arte en el Estado”, asegura el profesor. La misma recomendación se le concedió a Luis Guillermo Sánchez, músico zuliano y autor de “Lluvia”, un clásico de la música popular venezolana.
¿Qué diagnóstico hace sobre la labor que se hace en el Zulia en pro de la historia? Muchos critican que en la academia hay pocos historiadores de profesión. De hecho, gran parte de los miembros de la academia no son licenciados en Historia. Hay periodistas, médicos, abogados… pero felizmente, en el Zulia tenemos médicos se dedican a la poesía, periodistas se dedican a la historia y hay un grupo de zulianos que, sin haber estudiado la profesión, han realizado indagaciones históricas y han cultivado el género de la historia. Con ellos, se ha realizado un trabajo excepcional.
¿Cómo fomentar una cultura de mayor aprecio por nuestra historia? El exgobernador Oswaldo Álvarez Paz pidió en algún momento que se impartiera en educación primaria la historia del Zulia como materia obligatoria. La gente olvida que nosotros, en algún punto en la historia, no formábamos parte de Venezuela y es por eso que debemos recuperar el aprendizaje de nuestra propia historia. Para lograr esto, no se le puede tener miedo a la verdad histórica. El Zulia debería tener tres fiestas regionales: además del 24 de octubre (natalicio de Rafael Urdaneta) y el 18 de noviembre (día de la Virgen de Chiquinquirá) debemos celebrar también el 28 de enero que es cuando nos independizamos. Ese día, en las casas y edificios públicos, debería ondear la bandera del Zulia.
¿Por qué deja la presidencia de la Academia? El reglamento estipula que las presidencias tienen un periodo de dos años. Podía haber optado a la reelección pero, como buen diplomático, sé que los periodos tienen su final. Como un embajador, que debe ir al extranjero durante cuatro años a representar su nación y luego ha de regresar y realimentarse de él. No soy partidario de la reelección.
¿En qué planea ahora dedicar su tiempo? Tengo varios proyectos personales, entre ellos dos libros, uno de los cuales es una novela histórica sobre la antigua Maracaibo. También he sido contratado para dictar clases de diplomacia internacional en algunos países de Centroamérica, cosa que requiere algo de tiempo.
Nuevo presidente. El profesor emérito de LUZ Alfredo Rincón tomó recientemente la batuta de la Academia de Historia del estado Zulia. Rincón, electo por mayoría como presidente de la asociación, se formó como economista en la Universidad del Zulia (1969). Su labor investigativa transcurre de forma paralela los campos de la historia y la economía. Ha fungido como asesor de diversas instituciones públicas y privadas y, desde 2008, ocupa el sillón número seis de la Academia.
Portillo defiende la idea de impartir la historia del Zulia como materia obligatoria en las escuelas. Foto: Silvia Salas
Roberto Torres Luzardo / http://www.agenciadenoticias.luz.edu.ve