Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

lunes, 28 de noviembre de 2011

EL AVENTURERO / Jesus Barboza

Conocí a Euclides  cuando era un muchacho con ganas de comerse al mundo, a pesar de no haber terminado secundaria hablaba como si lo hubiera hecho, alto y fuerte  con una pronunciación sonora, con la moto volaba sin haber competido , de tanto apretar y aflojar tuercas  arreglaba carros y motos, también bicicletas que había aprendido de su amigo  Adán , porque,  Euclides sabia hacer amigos, era transparente y servicial. Un día, el pueblo se estremeció , construirían un puente que comenzaría a la orilla de la playa donde este vivía  y atravesaba el lago ¡ imposible de lograr exclamaba la población "  ¡ oof, están huecos ¡decian,  en la expresión lugareña. Camiones de todos tipos,  grúas  que tocaban el cielo, y "musius" personas blancas  , con ojos azules , papeles e instrumentos  de trabajo  bajo el brazo, eran Alemanes con experiencia en dicho trabajo, no bien amaneció, Euclides casco en mano, formo parte de aquel tropel de trabajadores, con su liderazgo , al poco tiempo tenia una cuadrilla de hombre bajo su mando ¡cuidado¡ uno de tantos trabajadores que después lo siguieron,  había caído de cabeza por aquel largo tubo que se hundía  en el fondo del lago y llamaban Piloto, Euclides al frente, trataba de subir a la superficie el compañero de la única forma posible,  vaciando   agua dentro de este para que saliera a la superficie, salió, pero era tarde, entre los golpes  y la falta de oxigeno el cuerpo " aboyo" sin vida ¡ adelante  continuemos el trabajo y paz a sus restos!  de esta manera, se transformaron   en hombres rudos. Una tarde ocurrió  un hecho que cambio su vida, uno de los alemanes  entrado en años, estaba siendo golpeado por  zagaletones, Euclides entra al rescate , con su fuerza y conocimientos de la lucha libre lo libro de la paliza  , el aprecio por el hecho fue tal que el Alemán que estaba a punto de regresar a su país, lo invito a que lo siguiera, no espero dos pedidas para decir SI, corrió en busca de un pasaporte y   monto  por primera vez en aquel monstruo alado que lo llevaría mas alla del Oceano, sin dinero ni palabras que pronunciar en el nuevo idioma, así, emprendió la aventura de su vida.