Los periódicos han coordinado un calendario de publicación, y han editado documentos para "no destapar futuras historias".
La historia detrás de la "Gran filtración" o el "Cablegate" reveló ayer el diario El País de España, uno de los cinco medios internacionales que participan en el análisis, selección y divulgación de los 250 mil documentos clasificados del Departamento del Estado de EE.UU. que han sido progresivamente publicados por WikiLeaks durante la última semana. "Una tarea titánica", señala el periódico, que ha significado "asistir durante siete días a un capítulo de la historia del siglo XXI en directo".
"Hasta ahora había que esperar años para que los historiadores nos contaran lo que pasó realmente en las reuniones secretas entre líderes mundiales. Ahora sus conversaciones y tejemanejes saltan a nuestra pantalla. Habrá que ver qué se deriva de este episodio", señala.
Según relata El País, esta "inédita coalición informativa" comienza en mayo, cuando el diario británico The Guardian entra en contacto en Bruselas con el creador de WikiLeaks, Julian Assange. Entonces el periódico, a sabiendas del material de que dispone el hacker australiano, propone una alianza entre el sitio web, The Guardian y un "gran diario" estadounidense, que terminó siendo The New York Times. Así se multiplicaría el alcance de las revelaciones y se dificultaría que Washington frenase la iniciativa.
"Era una cuestión de seguridad y de números", contó el director de The Guardian, Alan Rusbridger.
Primer golpe
Assange propone sumar también al alemán Der Spiegel, y son estos tres medios los que el 25 de julio lanzan la primera filtración sobre Afganistán: 75 mil documentos sobre la muerte de unos 20 mil civiles afganos.
Posteriormente se incorpora un socio francés, el diario Le Monde, y el 24 de octubre dan a conocer "Los papeles de Irak", unos 400 mil documentos que dejan al descubierto prácticas sucias del Ejército estadounidense. Tras eso, el 1 de noviembre, Assange se reunió con los directores de los medios, y propone sumar a El País, abriendo la puerta a los lectores de habla hispana.
"Se está cocinando la filtración más ambiciosa de la historia", señala el diario español.
Desde entonces los cinco medios internacionales comenzaron a trabajar coordinadamente para compartir información y enfoques, así como "dividirse la tarea de desbrozar montañas de telegramas por continentes".
El País se hizo cargo así de los documentos relativos a Latinoamérica. "Tráfico constante de mensajes de texto y correo electrónico, reuniones por videoconferencia; la coordinación ha sido compleja pero productiva", cuenta el periódico.
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