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| Ramón Ignacio Méndez |
No es la primera vez que los hombres de cruz y sotana se "entrometen" en el destino político de los venezolanos. Ya en una oportunidad en los días que recién se creaba la República, el Obispo y barines Ramón Ignacio Méndez le espetó a Páez: "En Venezuela la religión no conserva su pureza, sus libertades y su jurisdicción, porque se acaba de profanar el Santuario, porque el gobierno se ha erigido en maestro y director del culto, rehusado a oír los clamores del clero y del pueblo". De tal manera que lo del Cardenal Urosa no es nuevo; pero lo de un gobierno socialista que dejara podrir la comida, ni el régimen de Pol Pot en Camboya se dio semejante postín.
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| José Vicente Unda |
Otro que con labia y biblia en mano decidió inmiscuirse hasta los tuétanos en las lides públicas fue el también llanero y prelado José Vicente de Unda, quien en su afán de pelear por la patria lo llevó a encampañarse y salir electo en el Congreso Nacional de 1811. Así que tampoco sería para hacernos la señal de la cruz, el que Ubaldo Santana durante la apertura de la XCIV Asamblea de la Conferencia Episcopal Venezolana, haya señalado que "mientras en nuestras casas luchamos para ajustar nuestros presupuestos y otra gente no tiene para comprar alimentos, se pierden grandes cantidades de comidas y no hay responsables".
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| José Felix Blanco |
Quien si fue un soldado de Cristo y de la patria es el caraqueño y vicario general del ejército del libertador José Félix Blanco; el mismo que aquel 19 de abril de 1810 logró la asistencia del Padre Madariaga al Ayuntamiento, hecho este que provocara el nacimiento de la nación. Por eso que nadie debe hincarse de rodilla ni lanzar anatemas si el Monseñor Roberto Lückert señala que "estamos enrumbado hacia el mar de la felicidad cubana que es un comunismo totalitario y que tenemos que denunciar como profetas que somos, porque sino seríamos cómplices de la historia reciente del país"; porque al fin de cuenta en manos de Fidel ya a Rafael Ramírez por lo de Pdval, se le estuviese instruyendo un expediente más ejemplarizante que el aperturado al héroe de la revolución cubana y comandante Arnaldo Ochoa.
Así las cosas que nadie salga a bañarse con agua bendita con el cuento de que esto es puro comunismo y lo de Urosa y compañía es azufre con sahumerio. José Félix Blanco, José Vicente de Unda y Ramón Ignacio Méndez, reposan hoy con Bolívar en el Panteón Nacional como testigos de excepción ante un país que hoy tiene más claro que aquí cabemos todos y que a este modo de gobernar lo que le hace falta es control y autonomía de sus poderes; y si el 26 de septiembre no es el día, que Dios nos agarre confesao.
zabala.douglas@gmail.com
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