Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

jueves, 13 de mayo de 2010

Pompeyo: un ejemplo cívico / Adelso González Urdaneta

Hace muy pocos días (28A) los compañeros de lucha y amigos de Pompeyo Márquez lo acompañamos, de distinta manera, en la celebración de sus 88 años, cargado casi todos de riesgosos desafíos en el quehacer político de nuestra padecida Venezuela, al calor de sus ideas y su pasión republicanas, con sus grandes aciertos y errores, reconocidos estos por él mismo en su severa y obligante autocrítica revolucionaria. Mi vinculación directa y estrecha con él no es tan larga en el tiempo, porque parte suya la anduvimos en caminos distintos pero siempre guardándonos mutuamente el necesario respeto, sabiendo ambos que en el fondo había coincidencias y semejanzas en el plano ético.

Muchas de las páginas de su historia política, a veces mezcladas con leyendas y hasta aventuras de monta, las he leído con respeto y admiración. Admiración que ahora se hace mayor ante el incansable soldado cívico e iluminado decidor de las cosas del momento y del futuro. Vale la pena que las nuevas generaciones de luchadores políticos lean y estudien la vida, activa y creadora, de este ejemplar guerrero por la paz, la reconciliación y la unidad nacional, cualesquiera hayan sido sus ideas y las del interesado en aprender las buenas enseñanzas del maestro, en especial sus principios, valores y conductas en un recorrer nada fácil. Ver a Pompeyo Márquez en sus 88 años, desenvolviéndose como uno más en la lucha común que está plantada a la Venezuela actual, en algunos casos pareciera estar viendo una película de fantasía.

Hace pocos años compartimos juntos, con otros distinguidos compañeros y amigos, las responsabilidades de la dirección política nacional de Izquierda Democrática (un partido político, definido en su propia denominación, pequeño en tamaño, joven en su existencia y maduro en sus reflexiones y actuaciones, ahora reforzando con sus cuadros a Un Nuevo Tiempo). Allí supimos compartir ideas y realizaciones; y todo, siendo dirigentes de sólidos antecedentes y alto valor cívico, tuvimos en él un buen paradigma a seguir, sobre todo en cuanto a la fortaleza de su carácter, voluntad y capacidad creadora y de servicio.

Hoy, desde su trinchera no comprometida partidistamente, a todos nos enseña siempre en sus escritos y demás actuaciones los propios aprendizajes de su larga y digna vida, cargados ellos en todo momento de frescura, renovación y apertura hacia el futuro.

Pompeyo Márquez se mantiene a sus 88 años como un vital ejemplo cívico para las presentes y futuras generaciones. Tal Cual digital

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