Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

lunes, 11 de enero de 2010

LA CULPA ES TUYA / Teodoro Petkoff

L a gente no necesita de sesudos y técnicos análisis económicos. Las
colas inmensas ante las tiendas de electrodomésticos fueron más que
elocuentes el fin de semana. Todo el mundo sabe que devaluación es
sinónimo de subidas escandalosas de precios así que una marabunta
salió a comprar lo que pudiera a precios viejos. Ya somos veteranos de
devaluaciones. No es este nuestro primer Viernes Negro. Ya también
sabemos lo que viene: un costo de vida que nos hará sudar petróleo
para poderlo cubrir.

Chávez no tiene excusas. Ha sido su disparatada política económica la
que lo ha obligado a devaluar. Ha devaluado después de cinco años de
la mayor bonanza petrolera del siglo, durante los cuales entraron al
país miles de millones de dólares, pero pésimamente manejados. No
puede escudarse en que heredó una crisis fiscal creada por "gobiernos
anteriores". El suyo ya es dos gobiernos anteriores y pico. Los
problemas fiscales que tiene los parió él mismito.

No puede alegar que se quedó sin reservas internacionales, porque hay
35 mil millones de ellas. La recesión económica es suya-suyita. El
Gran Charlatán decía que estábamos "blindados". Pero el blindaje no
resistió los efectos del Plan de Destrucción Nacional que adelanta
Chacumbele. La economía venezolana cayó 2,9% en 2009 pero la mundial
sólo en 1,1% y la latinoamericana en 1,8%. Nuestro desempeño económico
fue mucho peor que la media mundial y que la media del continente.
Todos las tonterías que condujeron a esta devaluación brutal llevan,
pues, su exclusiva marca de fabrica. Esta devaluación es made in
Miraflores. Inflación, recesión y ahora devaluación, darán más
inflación y más recesión.

Estanflación llaman esto los expertos. Estancamiento más inflación.
¡Qué revolución más bonita! Devaluaron tarde y mal. ¿Por qué lo
hicieron, entonces? A nadie han engañado. El gobierno necesita plata y
nos la va a sacar del bolsillo, clavándonos el peor impuesto, la
inflación.

Cada dólar petrolero le producirá ahora 4,30 y no 2,15.

Duplica sus ingresos. Más plata para derrochar y para financiar su
campaña electoral.

Presiones adicionales sobre los precios. La falacia de que nuestro
salario mínimo era el mayor de América Latina se volvió pupú. A 2,15
claro que lo era, pero no a los 6 o 7 del dólar permuta ni a los 4,30
de ahora. Tendremos un año de fuertes presiones salariales porque la
carestía de la vida, que ya es insoportable, será peor. Costos más
caros, por tanto, y más gasolina para la inflación. Pero no se atreven
a decir la verdad. Engañan al pueblo a pura coba. Ahora, esto y que es
para estimular las exportaciones. ¡Por favor! ¿Nos creen estúpidos?
Después de once años de predicar "crecimiento endógeno" (sustitución
de importaciones), súbitamente descubren que de lo que se trata es de
exportar, o sea, "crecimiento exógeno". El inefable profesor Giordani
nos dice que se "busca hacer más competitiva la economía venezolana,
al promover las exportaciones". Tarde piaste pajarito. Once años
destruyendo el aparato productivo, con exportaciones no-petroleras que
llegaron el año pasado escasamente a un poco más de 3 mil millones de
dólares, y ahora nos vienen con el cuento de que la mera devaluación
lo va a sacar del hoyo. Esta no basta para superar el desastre de las
empresas estatales exportadoras arruinadas ni el de las privadas en la
lona.

Dejaron sobrevaluar el bolívar hasta extremos demenciales,
manifestación típica del rentismo, y se gastaron una bola de dólares
para aplastar la tasa paralela sin lograrlo, y ahora Chacumbele nos
sermonea con lo de superar la "economía rentista". ¡Vaya pa'l carajo!

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