Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

lunes, 11 de mayo de 2009

VOTAR sí vale la pena /Teodoro Petkoff

Como es lógico y comprensible, la desaforada seguidilla de desmanes cometida por el chacumbelato en los últimos meses ha provocado una mezcla de estupor y desconcierto en algunos sectores, lo cual ha permitido volver a sus andanzas a ciertos apóstoles del abstencionismo y de las eternas truculencias (puramente verbales, por lo demás) sobre el 350. Afirman que los atropellos contra gobernadores y alcaldes no chacumbelianos serían la demostración de que no vale la pena votar, porque al final del día Chávez desconoce los resultados que le son desfavorables. De ello, concluyen que habría que sacar del arsenal de métodos de lucha de los factores democráticos todo lo que huela a elecciones.
 
Según esta lógica, habría sido mejor tener a Aristóbulo en la Alcaldía Metropolitana, que a Antonio Ledezma. ¿Habría sido preferible, pues, que ese infatigable luchador que es Ledezma, no hubiera contado con la posición institucional que es la Alcaldía, para dar la pelea que está dando? ¿Era mejor para los opositores que Diosdado Cabello hubiera sido reelecto en Miranda, en lugar de Capriles Radonski? La creatividad y la voluntad de no dejarse apabullar por el chacumbelato que ha mostrado este gobernador, ¿habrían tenido el eco que tienen si no estuviera en el cargo? ¿Era mejor dejarle Petare a Jesse Chacón en lugar de haber apoyado con los votos a Ocariz? ¿Era mejor para los opositores, que el chacumbelato hubiera conservado Táchira, y que César Pérez Vivas no fuera gobernador? ¿Que les han quitado atribuciones y competencias a gobernaciones y alcaldías? Cierto. Pero, eso también se está aplicando a las gobernaciones chavistas, porque forma parte del plan de destrucción de la descentralización, avisado desde la proposición de reforma constitucional.
 
Eso venía de todas, todas. Ahora bien, la lucha contra ese plan de liquidación del federalismo y de reforzamiento del poder personal de Hugo Chávez, ¿habría sido más efectiva sin los gobernadores y alcaldes democráticos? ¿Los gobernadores del chacumbelato habrían denunciado y enfrentado el plan centralizador en la forma en que lo han hecho los opuestos a ese plan? La brutalidad de los ataques de Chacumbele contra estos gobernadores y alcaldes constituye una medida exacta de la importancia de sus victorias y de lo vital que fue haber votado para logarlas. Pueden estar seguros los viudos y viudas del abstencionismo que Su Alteza Real se habría sentido mucho mejor y más cómodo sin esas presencias políticas que perturban su sueño. Mucho mejor se habría sentido con Aristóbulo en Caracas y con Cabello en Miranda. ¿Que tiene a la Faría en Caracas? Sí, pero no ha podido sacarse del zapato esa piedra que es el Alcalde Metropolitano.
 
El punto es que esto es un maratón y no una carrera de cien metros. Los episodios electorales son momentos de esa lucha, que en el plano democrático no tiene por qué reducirse sólo a ellos, pero sin los triunfos relativos que esos episodios electorales han proporcionado todo sería peor. Para muestra, la Asamblea Nacional. A diferencia de quienes promueven el no votar, Chacumbele sí que entiende perfectamente a quién favorece el abstencionismo opositor. Tal Cual digital

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