Pero ocurre que cuando se va a la sugerente consigna robinsoniana, se descubre que las invenciones del régimen se limitan al inexplicable retraso de media hora del reloj (hay quien dice que fue consejo de los babalaos), porque hasta en materia de innovación musical el resultado ha sido que han terminado rayando todos los discos del pobre Alí Primera. Esas "innovaciones" sin embargo son más bien inocuas, pero las que bajo la etiqueta socialista pretenden introducir en el Distrito Capital/Municipio Libertador pueden ser letales para la maltratada capital de la República por varias razones.
La primera es que sólo 3 de cada 10 electores de ese municipio votaron por el Alcalde "socialista", por lo que pretender embutirlos a todos dentro de un corsé ideológico monocolor revela profundo desprecio por la democracia y la participación. Y esos abusos terminan por desembocar en desastre.
La segunda es que los principales servicios de las ciudades metropolitanas funcionan en red (véanse ejemplos como el transporte de pasajeros), por lo que no reconocen límites municipales; pretender convertir en "socialista" uno de los cinco municipios de la capital equivale a tratar de limitar la irrigación sanguínea, lo que conduce a la necrosis.
La tercera es que se coloca por encima del Alcalde electo una autoridad ilegal designada, a la cual se transfiere además una masa de recursos extraordinaria. La intención subyacente a la designación de esa autoridad ilegal era asfixiar al opositor Alcalde Metropolitano, pero todo indica que su primera víctima será el rojísimo Alcalde Municipal. El resultado previsible será agravar las tensiones y conflictos en el municipio más grande de la capital. Analitica.com
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