Salió fortalecida tras ganar en los estados más ricos y poblados. Se habla de un "nuevo liderazgo".
La victoria de la oposición venezolana en los comicios regionales del domingo en cinco de los estados más poblados (Nueva Esparta, Zulia, Miranda, Carabobo y Táchira), así como en el Distrito Metropolitano de Caracas, supone un freno para el proyecto del Presidente Hugo Chávez de aplicar a rajatabla su modelo socialista del siglo XXI.
Según señalaron expertos, en lo sucesivo la oposición tendrá más espacio para gobernar, generará un "nuevo liderazgo" y, de hacer una buena gestión de gobierno en regiones, podrá seguir proyectándose a nivel nacional.
Analistas independientes explican que en este nuevo escenario político a Chávez se le hará más cuesta arriba impulsar su proyecto de reelección presidencial indefinida y su modelo económico estatista y populista.
Pese a que el gobierno ganó en la mayoría de los estados, la victoria opositora en cinco gobernaciones clave, más Caracas, supone un nuevo escenario político.
Las victorias de la oposición venezolana en los cinco estados más poblados y ricos y en la capital, Caracas, abren un nuevo escenario político en este país, donde el poder en los últimos años ha estado concentrado en el Presidente Hugo Chávez.
"La oposición, que se ha venido quedando fuera del aparato del Estado y tenía dificultades para hacer política, ahora va a estar de nuevo dentro de él, y va a generar un nuevo liderazgo", manifestó a la AFP el analista político Tulio Hernández.
La oposición tendrá más espacio para gobernar, y, sobre todo en el caso de Caracas, si "son unos buenos gobiernos, eso va a ser definitivo" para su proyección nacional, agregó.
Candidatos de oposición lograron la victoria en las gobernaciones de los estados de Nueva Esparta, Zulia, Miranda, Carabobo y Táchira, así como el Distrito Metropolitano de Caracas, que representan 70% del PIB del país y donde viven más de 12 millones de venezolanos; es decir, el 44% de la población.
Según agregó Hernández, "es un cambio radical" para los partidos de oposición, que no cuentan con representación en la Asamblea Nacional, y hasta el domingo sólo contaban con dos gobernaciones y dos referencias nacionales importantes: el gobernador de Zulia, Manuel Rosales, y el alcalde del municipio de Chacao, Leopoldo López.
Mientras, 17 estados, sobre los 22 que estaban en juego, serán gobernados por oficialistas.
Tomando en cuenta el número de votos, y no de estados, el nuevo panorama dibuja un mapa político más representativo de la realidad nacional, en el cual las fuerzas del chavismo continúan superando a la oposición, pero por un margen reducido, según los expertos.
Venezuela "no es un país hegemónico del chavismo (...) Esto crea las condiciones para frenar las intenciones de gobernar hasta el 2050" de Chávez, agregó Hernández.
Anoche, el Mandatario señaló que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y "los sectores populares" van a evaluar si presentaban una propuesta de enmienda constitucional para aprobar la reelección presidencial indefinida.
"Es un derecho del pueblo. Ya verá el pueblo si usa ese derecho", señaló, aunque recalcó que para él hoy no es su prioridad. "Lo que no puedo evitar es que alguien pueda hacerlo", añadió el Mandatario, quien señaló que "la disidencia chavista quedó hecha nada, hecha polvo cósmico" tras las elecciones.
Según el analista José Vicente Carrasquero, "impulsar la reelección indefinida tan rápido va a ser cuesta arriba", porque la popularidad de Chávez es menos fuerte que el rechazo que genera esta reforma.
Para Carrasquero, aún incluso dentro del chavismo se logró mayor apertura, pues se rompió con el patrón que ha llevado al triunfo a todos los candidatos del PSUV: el apoyo de Chávez. Por ejemplo, en el estado Lara, el candidato más votado de los comicios, Henri Falcón, logró imponer su candidatura contra la voluntad del partido socialista de Chávez. "Se quiebra el autoritarismo de Hugo Chávez dentro de sus propios seguidores", agregó el experto.
El nuevo escenario debe propulsar una mayor coordinación entre las fuerzas opuestas, a la hora de ejecutar proyectos nacionales en las regiones. También Chávez tendrá más dificultades de llevar adelante su proyecto estatista.
"Con este panorama, las amenazas de Chávez en la campaña son imposibles de aplicar. Va a tener que negociar con ellos, no puede darles la espalda, y esto es excelente para la democratización en Venezuela", dijo Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis. EMOL
La victoria de la oposición venezolana en los comicios regionales del domingo en cinco de los estados más poblados (Nueva Esparta, Zulia, Miranda, Carabobo y Táchira), así como en el Distrito Metropolitano de Caracas, supone un freno para el proyecto del Presidente Hugo Chávez de aplicar a rajatabla su modelo socialista del siglo XXI.
Según señalaron expertos, en lo sucesivo la oposición tendrá más espacio para gobernar, generará un "nuevo liderazgo" y, de hacer una buena gestión de gobierno en regiones, podrá seguir proyectándose a nivel nacional.
Analistas independientes explican que en este nuevo escenario político a Chávez se le hará más cuesta arriba impulsar su proyecto de reelección presidencial indefinida y su modelo económico estatista y populista.
Pese a que el gobierno ganó en la mayoría de los estados, la victoria opositora en cinco gobernaciones clave, más Caracas, supone un nuevo escenario político.
Las victorias de la oposición venezolana en los cinco estados más poblados y ricos y en la capital, Caracas, abren un nuevo escenario político en este país, donde el poder en los últimos años ha estado concentrado en el Presidente Hugo Chávez.
"La oposición, que se ha venido quedando fuera del aparato del Estado y tenía dificultades para hacer política, ahora va a estar de nuevo dentro de él, y va a generar un nuevo liderazgo", manifestó a la AFP el analista político Tulio Hernández.
La oposición tendrá más espacio para gobernar, y, sobre todo en el caso de Caracas, si "son unos buenos gobiernos, eso va a ser definitivo" para su proyección nacional, agregó.
Candidatos de oposición lograron la victoria en las gobernaciones de los estados de Nueva Esparta, Zulia, Miranda, Carabobo y Táchira, así como el Distrito Metropolitano de Caracas, que representan 70% del PIB del país y donde viven más de 12 millones de venezolanos; es decir, el 44% de la población.
Según agregó Hernández, "es un cambio radical" para los partidos de oposición, que no cuentan con representación en la Asamblea Nacional, y hasta el domingo sólo contaban con dos gobernaciones y dos referencias nacionales importantes: el gobernador de Zulia, Manuel Rosales, y el alcalde del municipio de Chacao, Leopoldo López.
Mientras, 17 estados, sobre los 22 que estaban en juego, serán gobernados por oficialistas.
Tomando en cuenta el número de votos, y no de estados, el nuevo panorama dibuja un mapa político más representativo de la realidad nacional, en el cual las fuerzas del chavismo continúan superando a la oposición, pero por un margen reducido, según los expertos.
Venezuela "no es un país hegemónico del chavismo (...) Esto crea las condiciones para frenar las intenciones de gobernar hasta el 2050" de Chávez, agregó Hernández.
Anoche, el Mandatario señaló que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y "los sectores populares" van a evaluar si presentaban una propuesta de enmienda constitucional para aprobar la reelección presidencial indefinida.
"Es un derecho del pueblo. Ya verá el pueblo si usa ese derecho", señaló, aunque recalcó que para él hoy no es su prioridad. "Lo que no puedo evitar es que alguien pueda hacerlo", añadió el Mandatario, quien señaló que "la disidencia chavista quedó hecha nada, hecha polvo cósmico" tras las elecciones.
Según el analista José Vicente Carrasquero, "impulsar la reelección indefinida tan rápido va a ser cuesta arriba", porque la popularidad de Chávez es menos fuerte que el rechazo que genera esta reforma.
Para Carrasquero, aún incluso dentro del chavismo se logró mayor apertura, pues se rompió con el patrón que ha llevado al triunfo a todos los candidatos del PSUV: el apoyo de Chávez. Por ejemplo, en el estado Lara, el candidato más votado de los comicios, Henri Falcón, logró imponer su candidatura contra la voluntad del partido socialista de Chávez. "Se quiebra el autoritarismo de Hugo Chávez dentro de sus propios seguidores", agregó el experto.
El nuevo escenario debe propulsar una mayor coordinación entre las fuerzas opuestas, a la hora de ejecutar proyectos nacionales en las regiones. También Chávez tendrá más dificultades de llevar adelante su proyecto estatista.
"Con este panorama, las amenazas de Chávez en la campaña son imposibles de aplicar. Va a tener que negociar con ellos, no puede darles la espalda, y esto es excelente para la democratización en Venezuela", dijo Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis. EMOL
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