Si algún pueblo en Venezuela ha manifestado siempre un sentimiento de apego a la tierra chica, de apego a lo propio, ese es el pueblo zuliano. Por eso, ejercemos a plenitud "la zulianidad", no sólo tratando de preservar lo que somos y hemos sido, sino con acciones que tengan visión de futuro. Esa "zulianidad" nos impulsa permanentemente a defender con ardor lo que nos pertenece e identifica. Amamos a nuestro Lago y al relámpago del Catatumbo.
Amamos a nuestros ríos y a la Sierra de Perijá. Respetamos a Rafael Urdaneta y a todos los zulianos que contribuyeron a darnos la independencia. Veneramos a la madre de Dios que hace trescientos años quiso hacerse zuliana bajo la advocación de Virgen de Chiquinquirá. Rendimos tributo a nuestros grandes creadores y pensadores en el campo de las letras, las artes y las ciencias. Nos sentimos orgullosos del carácter multiétnico y pluricultural de nuestro estado-región. Vibramos al escuchar e interpretar nuestra música. Nos identificamos con nuestra peculiar gastronomía.
Admiramos con entusiasmo a nuestros deportistas y a nuestros hombres de empresa. Y también, tenemos profundo respeto por quienes nos han gobernado y gobiernan, valorando sus aciertos y tratando de entender sus errores. En fin, como lo expresa la Constitución del Estado, manifestamos siempre "un excepcional amor al terruño" y un "indoblegable espíritu federalista" que "en nada disminuye o empaña su amor por la patria venezolana. "Creemos además, en una sociedad democrática, representativa, participativa y protagónica, "en un estado de justicia federal y descentralizado". Por ello rechazamos con vehemencia cualquier irrespeto a lo que hemos sido, somos o queremos ser, venga de donde venga. Rechazamos el autoritarismo. Rechazamos el centralismo. Rechazamos el irrespeto a nuestro pueblo.
Rechazamos la descalificación vulgar de quienes nos gobiernan y aspiran a gobernarnos, con amplio respaldo popular. Rechazamos el chantaje y las amenazas. Rechazamos al grotesco ventajismo electoral. Quienes pierden toda "gracia" ante nuestro pueblo son los que actúan en política irrespetando nuestros valores y hombres, así se difiera de ellos.
La política debe ejercerse con decencia y ética. A quienes aún no entienden al "Zulia", hay que expresarles, que toponimicamente en barí, significa "río de aguas nobles", que sólo se deja navegar por quienes le respetan. Cada vez que aparece un autócrata, como aquel que pretendió convertirnos en playa de pescadores, su cauce se desborda, haciendo que naufrague todo aquel que atente contra la "zulianidad" que nos identifica. Eso lo comprobará el 23 de noviembre quien hoy nos ofende. Comprenderá, por qué el Zulia se respeta. La Verdad
Amamos a nuestros ríos y a la Sierra de Perijá. Respetamos a Rafael Urdaneta y a todos los zulianos que contribuyeron a darnos la independencia. Veneramos a la madre de Dios que hace trescientos años quiso hacerse zuliana bajo la advocación de Virgen de Chiquinquirá. Rendimos tributo a nuestros grandes creadores y pensadores en el campo de las letras, las artes y las ciencias. Nos sentimos orgullosos del carácter multiétnico y pluricultural de nuestro estado-región. Vibramos al escuchar e interpretar nuestra música. Nos identificamos con nuestra peculiar gastronomía.
Admiramos con entusiasmo a nuestros deportistas y a nuestros hombres de empresa. Y también, tenemos profundo respeto por quienes nos han gobernado y gobiernan, valorando sus aciertos y tratando de entender sus errores. En fin, como lo expresa la Constitución del Estado, manifestamos siempre "un excepcional amor al terruño" y un "indoblegable espíritu federalista" que "en nada disminuye o empaña su amor por la patria venezolana. "Creemos además, en una sociedad democrática, representativa, participativa y protagónica, "en un estado de justicia federal y descentralizado". Por ello rechazamos con vehemencia cualquier irrespeto a lo que hemos sido, somos o queremos ser, venga de donde venga. Rechazamos el autoritarismo. Rechazamos el centralismo. Rechazamos el irrespeto a nuestro pueblo.
Rechazamos la descalificación vulgar de quienes nos gobiernan y aspiran a gobernarnos, con amplio respaldo popular. Rechazamos el chantaje y las amenazas. Rechazamos al grotesco ventajismo electoral. Quienes pierden toda "gracia" ante nuestro pueblo son los que actúan en política irrespetando nuestros valores y hombres, así se difiera de ellos.
La política debe ejercerse con decencia y ética. A quienes aún no entienden al "Zulia", hay que expresarles, que toponimicamente en barí, significa "río de aguas nobles", que sólo se deja navegar por quienes le respetan. Cada vez que aparece un autócrata, como aquel que pretendió convertirnos en playa de pescadores, su cauce se desborda, haciendo que naufrague todo aquel que atente contra la "zulianidad" que nos identifica. Eso lo comprobará el 23 de noviembre quien hoy nos ofende. Comprenderá, por qué el Zulia se respeta. La Verdad
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