Hay que marchar en defensa de la Constitución. Hay que marchar para que no se establezca el método de inhabilitación política del subordinado contralor. Hay que marchar el 12 de julio y siempre después, no para defender a determinados candidatos inhabilitados ilegalmente, sino para impedir que el gobierno se valga de la indolencia del pueblo venezolano para imponer otra violación más la Constitución. No se trata de defender a un particular candidato a alcalde o gobernador, sino de garantizar que en el futuro podamos votar por quienes consideremos que deben ser electos y evitar que Venezuela tome el camino de Bielorusia y de Zimbabwe.
En Venezuela no luchamos por principios sino por emociones, por antipatías, por cansancio. Hay que aprender de los bolivianos que luchan desde hace años para evitar que en su país se imponga una fórmula parecida a la que está prevaleciendo aquí. Igual los argentinos que no permiten a los Kirchner imponer lo que les de la gana. O a los colombianos que supieron unirse como un solo hombre frente a los despropósitos de la FARC. Analitica
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