Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

sábado, 27 de enero de 2007

Para entender la revolución / Neuro J. Villalobos Rincón

"Mientras la vejez física acusa síntomas indudables -canas, temblores y arrugas- la vejez política es cosa que no advierten quienes la padecen". Walter Montenegro.

En el artículo anterior traté con cierto sarcasmo las propuestas hechas por el Presidente-Gobierno-Estado, para esta nueva era de construcción del socialismo, que intenta romper el viejo esquema o forma de organización de nuestra sociedad, y de ser posible, "cambiar el tiempo histórico". Ahora, con mayor seriedad, haremos una introducción a conceptos que parecían olvidados, que sirven para entender la orientación de este proceso.
Según algunos estudiosos de las doctrinas político-económicas, a éstas las caracterizan tres elementos esenciales: análisis crítico del pasado y del presente; programa para un futuro ideal; y el método o plan de acción mediante el cual se hará la transición del presente hacia ese futuro ideal.
Si en algo existe coincidencia, es en el diagnóstico y evaluación de una sociedad enferma como la nuestra, cuyos síntomas esenciales son: la pérdida de valores; la quiebra de las instituciones; el pragmatismo y perversión en el uso del poder, por nombrar los de mayor gravedad. La gente viene exigiendo un cambio -que sin precisar su carácter ideológico- le ayude a superar el estado de pobreza material y espiritual. Que le garantice la satisfacción de sus necesidades materiales, en conjunción con su desarrollo espiritual.
Distintos gobiernos se han sucedido históricamente, manteniendo las características estructurales del Estado, cambiando sólo la forma y estilos de gobierno: dictadura-democracia imperfecta-dictadura. Todos cargados de catálogos de remedios para "curar" los males del pasado y del presente, aprovechando el descontento con lo que se tiene y la esperanza en lo que se quisiera tener, en un ciclo de amargura y de ilusión.
Los programas políticos se sitúan dentro de tres grandes categorías, según sea el énfasis o importancia que se asigne al individuo, la colectividad o al Estado. De lo cual dependerá entonces, la aplicación del método, que según el tiempo y lugar, podrá ser gradual o evolutivo o de forma violenta o revolucionaria.
Este apretado resumen es necesario para entender algunos fundamentos sobre los que se sustentan las distintas corrientes de pensamiento: el individualismo, cuya expresión máxima es la democracia liberal o el colectivismo, que incluye las distintas formas del socialismo, en oposición a la doctrina anterior. En éstas, la propiedad privada pierde el carácter que le asignan los individualistas y pasa a ser una propiedad de tipo colectiva. El Estado, como concepto jurídico-político entra a jugar un papel perturbador y agresivo, según unos o necesario y salvador según otros, ya que él no servirá al individuo sino a la colectividad. Seguiremos en próximos artículos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario