Los zulianos nos preparamos a celebrar la Semana de la Zulianidad, conmemorando el pronunciamiento de Maracaibo por su independencia, acontecido el 28 de enero de 1821. Esa fecha para la historia regional equivale a lo acontecido para la mayoría de las provincias venezolanas el 19 de Abril de 1810 y el 5 de Julio de 1811. No en balde Rafael María Baralt sostenía que en 1810, Maracaibo era la única ciudad de Venezuela que competía con Caracas, tanto en comercio como en cultura y riqueza. De allí que también expresara, que Maracaibo siempre mantuvo "un secreto deseo de separarse del gobierno de Caracas".
Eso explica que un zuliano de excepción, nacido en la segunda mitad del siglo XVIII, José Domingo Rus, diputado zuliano ante las Cortes de Cádiz en 1812, solicitara a éstas, apoyado por la élite de la ciudad, la creación de la Capitanía General de Maracaibo, lo que implicaba la separación absoluta de Maracaibo del resto de Venezuela. Rus en su escrito afirmaba que "es preciso confesar que Maracaibo ni por un momento debe depender de Caracas".
Todo ello explica entonces, que sólo cuando los zulianos lo creyeron conveniente, con la participación de Bolívar y Urdaneta moviendo los hilos conspirativos, la provincia de Maracaibo se declara independiente del imperio español. Pero al hacerlo, el Ayuntamiento de Maracaibo "se constituye en República demócrata y se une con los vínculos del pacto social a todos los pueblos vecinos y continentales, que bajo la denominación de República de Colombia defienden su libertad e independencia según las leyes imprescriptibles de la naturaleza".
Los zulianos entonces estábamos integrándonos a la Gran Colombia, en igualdad de condiciones a los otros pueblos que formaban esa unidad: Nueva Granada, Venezuela y Ecuador. Era evidente, que la misma élite que alentó a Rus en 1812 a solicitar que se nos convirtiera en Capitanía General de Maracaibo, era la que firmaba este documento de enero de 1821, donde se reafirmaba nuestro espíritu de autonomía e independencia, pero salvaguardando nuestra conciencia regional diferenciada. Esta decisión de los zulianos, sin lugar a dudas, aceleró la independencia de Venezuela, pues las hostilidades se reiniciaron después del armisticio emprendiéndose en abril de ese año la campaña de Carabobo. Por todo ello, resulta plenamente justificado, que los zulianos de hoy reflexionemos sobre la "zulianidad" al conmemorarse esa fecha.
El Zulia constituye hoy, un caso ejemplar de vida regional: su especificidad depende de sus circunstancias geográficas, su integración histórica, su forma de vida y sus matices temperamentales y comunes aspiraciones, sentimientos e ideas. Allí está entonces la esencia de la zulianidad, que debe ser la gran fuerza que nos una en defensa de la democracia, el estado de derecho y el desarrollo integral. Que nos una para hacer de esta patria un territorio libre de toda tiranía y abierto a la postmodernidad y a un proceso de desarrollo nacional respetuoso de las diversidades regionales.
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