Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

22.12.25

Manuel Antonio Noriega, de líder máximo a preso 41586


A propósito del aniversario de la invasión a Panamá el 20 de diciembre de 1989, no pocos venezolanos esperaron la réplica en Venezuela durante este fin de semana. El icónico Rubén Blades aprovechó de recordar que la escalera que llevó a Manuel Antonio Noriega a convertirse en dictador, se hizo con la vista gorda de Washington

noriega

A partir del 20 de diciembre de 1989, el general Manuel Antonio Noriega -quien había nacido en un barrio pobre en 1934- pasó de estar en los cielos del poder al infierno de terminar convertido en un preso más en el sistema carcelario de Estados Unidos.

Sin haber ostentado nunca el cargo de presidente, en aquel 1989, que fue su último año en el poder, se le proclamó como “líder máximo”. Meses después la policía en Estados Unidos le asignó el número 41586, que fue temporal en términos administrativos, pero icónico de la imagen con la que pasó ser conocido el otrora hombre fuerte de Panamá.

Tal como lo recordó Rubén Blades, el ascenso de Noriega en el aparato militar y en la estructura de poder fue facilitado por la complicidad estadounidense, cuyos organismos de seguridad decidieron ignorar los crímenes del general a cambio de sus servicios de inteligencia, en aquella década de 1980 en la Centroamérica era un torbellino de luchas armadas.

Tras formarse en la Academia Militar de Chorrillos en Perú en la década de 1950, Noriega luego volvió a Panamá y se unió a la Guardia Nacional bajo el mando del general Omar Torrijos, quien había tomado el poder en un golpe de Estado en 1968. Torrijos, un militar nacionalista con posiciones de izquierda, es recordado por encabezar las negociaciones que llevaron a la devolución del Canal de Panamá a soberanía panameña.

Bajo el poder de Torrijos, Noriega rápidamente ascendió a jefe de inteligencia militar, una posición que extendida en el tiempo le permitió acumular poder en las sombras.

El verdadero ascenso de Noriega al poder político visible ocurrió tras la muerte misteriosa de Torrijos en un accidente aéreo en 1981. Muchos especularon sobre un posible sabotaje, aunque nunca se probó.

Noriega, entonces coronel, maniobró hábilmente para eliminar rivales dentro de la Guardia Nacional, que en 1983 se transformó en las Fuerzas de Defensa de Panamá (FDP). Ese mismo año, fue promovido a general y se convirtió en el comandante en jefe de las FDP, asumiendo el control efectivo del país sin necesidad de un título presidencial.

Panamá contó con presidentes en aquellos años, tales como Nicolás Ardito Barletta o Eric Arturo Delvalle, y técnicamente se consideraba una democracia, bajo el yugo del hombre fuerte. Esta estrategia le permitió por años evadir responsabilidades directas ante la comunidad internacional, pero en la práctica, Noriega era el dictador indiscutible, controlando el ejército, la policía y los servicios de inteligencia.

La transformación de Noriega en dictador fue un proceso gradual pero implacable, marcado por la corrupción y la violencia. Desde su posición en inteligencia, había acumulado dossiers sobre políticos, empresarios y opositores, usándolos para chantajear y consolidar lealtades.

Junto a eso, el hombre fuerte que controlaba al ejército convirtió a su país en un paraíso para el lavado de dinero y el narcotráfico, dando facilidades a operaciones de carteles colombianos, en especial el Cártel de Medellín. Recibía sobornos millonarios a cambio de protección, permitiendo que aviones cargados de cocaína aterrizaran en aeropuertos militares.

Su régimen, en líneas gruesas, se caracterizó por la represión brutal, con disidentes torturados en cárceles secretas, y elecciones manipuladas para perpetuar su control.

1989, el año final de Noriega

En aquel 1989, Noriega había declarado el estado de emergencia, disuelto la Asamblea Legislativa y nombrado a un gobierno provisional de su entera confianza. Una Asamblea Nacional obsecuente lo proclamó «Líder Máximo de la Liberación Nacional», un título que evocaba a dictadores como Fidel Castro, con un tinte de megalomanía personal.

Panamá había llegado a ese 1989 hundida en la inestabilidad económica, con altos niveles de inflación y desempleo, un sistema bancario desprestigiado y un canal de Panamá en tránsito de pasar a control de Panamá por completo. Estos factores, junto con lo que pasó a ser un desmedido tráfico de drogas hacia territorio estadounidense, terminaron por colocarle el colofón al “líder máximo.

De acuerdo con documentos desclasificados y testimonios periodísticos diversos, Noriega fue reclutado por la CIA apenas comenzó su carrera militar. Inicialmente fue usado como como informante, proporcionando datos sobre movimientos izquierdistas en América Central.

Por su vinculación con las drogas, fue dejado en pausa a mediados de los 1970, pero el triunfo del sandinismo en Nicaragua en 1979 y la intensificación de las luchas guerrilleras en el Salvador y Guatemala, daban un convulso escenario centroamericano, gracias al cual Noriega volvió a ser un referente de la CIA.

En aquellos años, además en la medida en que escaló en la estructura de poder, Washington lo vio como un baluarte contra el comunismo. Bajo decisiones de Noriega, Panamá permitió bases de escucha estadounidenses, facilitó el entrenamiento de contras nicaragüenses para enfrentarse al sandinismo y sirvió de intermediario en el escándalo Irán-Contra, que incluyó la venta de armas a Irán (ya gobernado por los ayatolas) y este dinero se desvió para combatir al gobierno del Frente Sandinista para la Liberación Nacional (FSLN).

Aquel Noriega que parecía ser intocable mientras realizaba negocios sucios, terminó siendo como ha señalado The Guardian, «el monstruo que Estados Unidos no podía controlar». Esta es posiblemente la razón central de la invasión que comenzó el 20 de diciembre de 1989. Noriega se entregó el 3 de enero y el 4 de enero de 1990 fue presentado ante un juez federal en el estado de Florida, portando el cartel que lo identificaba como el preso 41586.

https://elestimulo.com/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario