El Ejército de Estados Unidos activó este viernes el Comando del Hemisferio Occidental, una nueva estructura diseñada para» «centralizar y fortalecer sus operaciones militares en todo el continente americano».
El mando unifica funciones del Comando Norte y el Comando Sur, con el objetivo de «mejorar la coordinación frente a amenazas transnacionales como el narcotráfico, el crimen organizado y otros desafíos de seguridad regional».
La ceremonia también marcó la jubilación del general Andrew Poppas, quien dirigió el Comando de Fuerzas del Ejército de los Estados Unidos desde julio de 2022, tras más de 37 años de servicio. Poppas aseguró que el espíritu de preparación, resiliencia y fuerza del Ejército se mantendrá, ahora irradiado a través del nuevo comando.
El general Joseph A. Ryan asumió el mando del Comando de Asistencia de Seguridad, tras desempeñarse como subjefe del Estado Mayor del Ejército para Operaciones, Planes y Entrenamiento. Ryan explicó que la consolidación de los tres comandos permitirá «eliminar redundancias, optimizar recursos y garantizar una respuesta más rápida y eficiente ante crisis y emergencias en todo el continente».
El comando supervisará los planes, operaciones y la proyección de poder del Ejército en apoyo de Northcom y Southcom, integrando capacidades de respuesta nacional, experiencia regional y preparación a gran escala. Entre las operaciones actuales que se coordinan bajo esta estrategia se incluye la “Operación Lanza del Sur”, orientada a combatir el narcotráfico y fortalecer la seguridad regional mediante despliegues de tecnología avanzada y la Cuarta Flota de EE. UU.
“El Comando del Hemisferio Occidental está diseñado para brindar rapidez, flexibilidad y relevancia frente a los desafíos complejos actuales”, indicó el jefe de Estado Mayor del Ejército, general Randy George. La integración de los comandos permitirá proyectar influencia, cerrar brechas jurisdiccionales y responder de manera más efectiva a redes criminales transnacionales, desastres naturales y otras amenazas.
Según el organismo, la misión alcanzará su capacidad operativa inicial en febrero de 2026 y se espera que esté plenamente operativo para el verano de ese año, asumiendo las responsabilidades estratégicas en el Teatro de Operaciones de Norte y Suramérica.
Su misión principal es «garantizar la defensa del territorio nacional, apoyar a autoridades civiles, coordinar cooperación regional en seguridad y movilizar fuerzas entrenadas para operaciones globales y regionales».
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