Livia Gouverneur nació el 14 de julio de 1941 en San Agustín, Parroquia de la
todavía Caracas de los techos rojos. Desde niña fue una amante de la poesía y en
su breve juventud se transformó en una aguerrida líder estudiantil en la UCV. Inició
sus estudios en la escuela de psicología. Allí comenzó su accionar político en el
movimiento estudiantil, llegando a formar parte de la Asociación de Estudiantes de
Psicología.
Cuando estalla la lucha armada contra el gobierno de Rómulo Betancourt, esta
aguerrida mujer de inmediato pasa a formar parte de una Unidad Táctica de
Combate (UTC) de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), que
llevaba por nombre "21 de noviembre" en homenaje a la Huelga General de los
estudiantes de la Universidad Central de Venezuela en 1957.
Es primero de noviembre del año 1961, día de todos los santos, día de rocío, brisa
suave y llovizna sobre el Ávila y toda Caracas. Hay combate, se oyen disparos y
cae sobre un charco de rosas rojas. Es estudiante universitaria, combatiente de
las Unidades Tácticas de Combate y militante de la gloriosa Juventud Comunista.
Se siembra otra semilla hacia su eternidad.
Pero la historia de Livia no es un hecho aislado; es un verso trágico y recurrente
en el poema de la patria. La cuota juvenil por la libertad es una deuda histórica
que la República nunca ha dejado de cobrar. En la Batalla de La Victoria, fue la
sangre de jóvenes estudiantes la que selló la independencia. Ese sacrificio
fundacional marcó un destino: el de la juventud ofrendándose en cada encrucijada
nacional.
Esa misma estirpe joven que desafió a Pérez Jiménez en el 57, que se inmoló en
la guerrilla de los 60, que salió a protestar en el Caracazo del 89, ha vuelto a
levantarse una y otra vez. Hoy, en el presente, los nombres se multiplican.
Son los jóvenes presos, políticos de una nueva era, pagando con su libertad el
precio de la disidencia. Son los rostros anónimos que cayeron en las calles un 28
de julio, clamando por un respeto sagrado a la soberanía popular, escribiendo con
su vida el capítulo más reciente de esta larga y dolorosa crónica.
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