Todo pintaba para un nuevo récord. Nvidia volaba, Wall Street brindaba con entusiasmo y hasta asomaban acuerdos comerciales en el horizonte. Pero apareció Powell, y con una sola frase, bajó el volumen de golpe. Soy Carlos Rodríguez Salcedo, editor de Mercados, y así fue el ritmo bursátil de hoy.
Los mercados bailaban al ritmo del optimismo este miércoles. El S&P 500 rozaba nuevos récords, Nvidia (NVDA) rompía la barrera de los US$5 billones en valor bursátil y las palabras conciliadoras de Trump alimentaban las apuestas por una distensión con China. Todo parecía alineado para otra jornada de euforia en Wall Street.
Hasta que Jerome Powell habló.
El presidente de la Reserva Federal enfrió de golpe el entusiasmo. Si bien el banco central concretó un segundo recorte consecutivo de tasas, Powell advirtió que una nueva rebaja en diciembre “está lejos de ser un hecho”. La frase bastó para cortar en seco el rally.
El Dow Jones Industrial y el S&P 500 pasaron a negativo en cuestión de segundos. La reacción confirmó que, más que la decisión, el mercado esperaba una señal clara de continuidad en los recortes en diciembre. Ese mensaje no llegó.
"El presidente Powell no cree que sea una decisión fácil, y nosotros tampoco", dijeron desde Wells Fargo. El comunicado de la Fed reconoció una inflación que sigue elevada y un mercado laboral que muestra señales de enfriamiento. Pero también evidenció grietas internas: mientras Stephen Miran pidió un recorte mayor, de 50 puntos, Jeff Schmid se opuso a cualquier flexibilización adicional.
Ahora habrá que ver si el mal ánimo resiste. El S&P 500 no está lejos de los 7.000 puntos y el mercado se prepara para una nueva tanda de balances, con las grandes tecnológicas al frente y las promesas de más gasto en inteligencia artificial en el tapete.
La advertencia de Powell quedó flotando, la música bajó, pero la pista todavía sigue llena.Cuéntenme qué están viendo en carlos.rodriguez@
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