AME1819. CARACAS (VENEZUELA), 23/09/2025.- Integrantes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) participan en un ejercicio militar este martes, en Caracas (Venezuela). El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, junto con los jefes de los distintos poderes públicos del país y otros funcionarios, evalúa declarar el "estado de conmoción exterior en todo el territorio nacional". EFE/ Miguel Gutiérrez
Defensores de derechos humanos en Venezuela advirtieron de las implicaciones que puede acarrear el estado de conmoción externo firmado por Nicolás Maduro y que podría entrar en vigencia en cualquier momento.
Las preocupaciones principales se basan en las posibles restricciones de algunos derechos, debido a que según lo establece la Constitución, con un estado de excepción, el ejecutivo tiene la autoridad de decretar medidas que considere necesarias ante una alteración a la paz.
Para el politólogo Daniel Arias, este nuevo decreto facultaría al Gobierno para expropiar bienes privados prácticamente sin necesidad de seguir ningún tipo de fórmula jurídica y dedicar estos activos a la «defensa de la patria». Advierte que el Estado podría apoderarse de «cualquier bien que considere indispensable».
Además, la economía sería una de las principales áreas perjudicadas.
“El primer efecto concreto del estado de conmoción es que mata toda posibilidad de aumento o incluso sostenimiento de la inversión extranjera y nacional, ya que un país que está a punto de entrar en guerra es muy obvio que empresarios nacionales e internacionales van a buscar la manera de sacar su liquidez o rematar sus activos para evitar que sean afectados por un conflicto interno o un conflicto civil indefinido”, le dice Arias a EL TIEMPO.
Para el experto, el problema económico de Venezuela se exacerba con las amenazas militares. “Así que hay que tener cuidado porque este estado de conmoción externa justifica cualquier medida que ellos consideren indispensables para la salvaguarda de la nación. Y esto puede pasar desde la detención inmediata por vía administrativa de cualquier cantidad de individuos hasta la disolución administrativa de partidos políticos”, explica.
A diferencia del la suspensión de garantías económicas decretada bajo el gobierno de Rómulo Betancourt en 1960 -cuya medida de emergencia incluyó una reducción salarial del 10 por ciento- “el estado de conmoción externa actual es calificado como la justificación para un estado de guerra”, dice Arias para poner en contexto el tema, debido a que no es la primera vez que se emplean estos mecanismos constitucionales.
De hecho, desde ese año hasta 1991 estuvo en vigencia la medida. Ahora, desde el 2015 hasta hoy, se han firmado al menos 29 decretos, la mayoría relacionados al tema económico.
La legalización de la arbitrariedad: Detenciones y disolución de partidos en Venezuela
Las implicaciones de esta medida van más allá de lo económico. Para los defensores de derechos humanos, el estado de conmoción externa «justifica cualquier medida» considerada indispensable para la salvaguarda de la nación.
Esto incluye:
- La detención inmediata por vía administrativa de individuos.
- La disolución administrativa de partidos políticos. Se recuerda que dos de los 56 partidos existentes se negaron a formar parte del Consejo de Seguridad y Paz.
«Esto legaliza cualquier tipo de arbitrariedad jurídica en nombre de la salvación nacional,» se indica, exhortando a la población a tener «extremo cuidado»dice Árias.
El Alto Costo de la «Economía de Guerra» y las Milicias
Otro punto de alarma es la intención de crear una «economía de guerra».
Arias advierte que el Estado enfrentaría el reto de movilizar, alimentar y mantener a millones de milicianos que, según el análisis, no están contemplados en el presupuesto ordinario, por lo que el gasto correrá por cuenta del Estado.
Esta necesidad de recursos podría llevar a incautaciones para el funcionamiento cotidiano o el «despliegue extraordinario» de estas fuerzas.
Según dijo este martes Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de mayoría chavista, el decreto también tiene como finalidad «castigar».
«El presidente Nicolás Maduro tiene preparado y listo el decreto de conmoción exterior para castigar y defender la integridad de la República Bolivariana de Venezuela», expresó Rodríguez durante la plenaria del parlamento.
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