Para esta colección, Wes Gordon se apoyó en varias importantes marcas de moda española para añadir todavía más brío al desfile que rindió homenaje al Madrid de todas las épocas desde el Siglo de Oro del siglo XVII

Una de las marcas más elegantes y que enaltece a la mujer es Carolina Herrera y bajo el mando de su director creativo Wes Gordon, el estilo Herrera ha llegado a su máximo esplendor. La Plaza Mayor de Madrid se convirtió en una magnífica pasarela gracias al genio de Bureau Betak, llena de celebridades como Pedro Almodovar, Boris Izaguirre, las hermanas Carolina Adriana y Patricia Herrera y Nieves Alvarez,
Se trató de una colección majestuosa que tuvo guiños directos a la forma de vestir y la inspiración española que se notaron en las proporciones, las siluetas, los estampados y las gamas de color.

Para esta colección, Wes Gordon se apoyó en varias importantes marcas de moda española para añadir todavía más brío al desfile que rindió homenaje al Madrid de todas las épocas desde el Siglo de Oro del siglo XVII, con looks totalmente negros y elegantísimas capas y la excentricidad de la movida de los años ochenta con prominentes hombreras y cinturas de avispa.
Entre las claves más importantes que vimos fue la camisa blanca característica de Carolina esta vez reinterpretada por el genial Palomo Spain realizadas tanto en algodón como en organdí y que estuvieron confeccionadas con milimétricas alforzas, cuellos imponentes, lazadas en los puños, lazos y diferentes largos. Una oda a la camisa blanca Herrera.
Otra casa que estuvo presente fue Seseña, fundada en el año 1901 en Madrid, famosa por sus legendarias capas que vistieron a Alfonso XIII, a Pablo Picasso y al querido Reinaldo Herrera, rindiéndole un tributo muy merecido, esta vez las capas son más cortas para adaptarse a nuestro tiempo.

Una de mis diseñadoras predilectas de todos los tiempos es Sybilla y sus diseños estuvieron presentes en 5 looks realizados en rojo y negro, basados en patronajes arquitectónicos y escultóricos que se sostienen con su técnica de los hilos invisibles que interpretó a la perfección el diseño de Wes Gordon.
Las fabulosas joyas y accesorios estuvieron a cargo del célebre Andrés Gallardo y su firma, quienes crearon fabulosos collares y zarcillos realizados en cerámica y porcelana, que recrearon los famosos claveles, la flor de Madrid, sencillamente espectaculares en rojo Herrera y blanco prístino.

Los legendarios caramelos de violetas, un clásico madrileño de toda la vida, se hicieron presentes sobre la pasarela en minivestidos, faldas tubo o vestidos largos en los que Gordon aplicó bordados tridimensionales cuajados de violetas en seda que dieron un aire muy romántico.
Varios looks de sastrería en cuadros amarillos y negros hicieron una clara referencia al empedrado del suelo de la plaza Mayor donde se llevó a cabo el desfile como mencioné al principio y en cuanto a los delicados encajes que vimos en diferentes vestidos evocaron las mantillas españolas y los toldos de la plaza.

Una de mis modelos favoritas, Esther Cañadas, llevó un sensacional vestido con estampados de claveles, y otros trajes también estuvieron bordados con esta magnífica flor.
En resumen, me atrevo a decir que ha sido un desfile único lleno de historia, de referencias de recuerdos de los Herrera y un homenaje de esta firma tan importante creada por una venezolana a Madrid que ha sido fundamental para la marca, ¡Viva Carolina Herrera y olé!
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