Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

lunes, 11 de agosto de 2025

Rafael Gallegos: Si Citgo no existiera habría que inventarla



Uno de los principales retos de la naciente Pdvsa fue la comercialización internacional de los crudos y productos. Más cuando la oferta de crudos venezolanos tendía en el tiempo a ser mayoritariamente de pesados y extrapesados, de muy difícil colocación. En los albores de los ochenta, la situación se agudizó ante la volatilidad de los precios, que generó las cuotas de producción de la OPEP.

La Internacionalización fue una estrategia desarrollada por Pdvsa para captar y estabilizar mercados globales, consistente en comprar refinerías y centros de distribución en diversos países, principalmente en el continente europeo y Estados Unidos. Bien expresado, más que comprar refinerías, el punto medular de  la estrategia era… “comprar” mercados.

La internacionalización elevó la capacidad de refinación de Venezuela hasta casi tres millones de barriles diarios (incluyendo los 1,3 millones en territorio nacional). La nueva capacidad refinadora de Venezuela en Estados Unidos y Europa estaba asociada a miles de estaciones de servicios, lo que permitía trasladar nuestros difíciles crudos pesados directamente desde los yacimientos hasta los tanques de gasolina de los principales centros de consumo del mundo. De la vaca a la boca. ¿Qué tal?

1999

A partir de 1999, el gobierno dejó de dar prioridad a la política de Internacionalización. No coincidía con su visión estratégica que quería alejarse de Estados Unidos – refinerías en territorio hostil, llegó a decir Rafael Ramírez –, y acercarse a mercados lejanos, pero afines ideológicamente como China. Esto implicaba el cambio de un mercado seguro situado a tres o cuatro días de distancia, por otro ubicado a quince días. Mayor tiempo y costo de fletes.

Algo así como un vendedor en un kiosco ubicado en Catia con su clientela de años integrada por vecinos de la zona, que de un día para otro resuelva orientar sus ventas…  hacia Petare.

Por estas razones, desde el gobierno de Chávez se comenzaron  a vender nuestras  refinerías de Europa y Estados Unidos.

Luego de vender varias refinerías en el país del norte, el complejo Citgo quedó integrado apenas por las refinerías Lake Charles, Lemont y Corpus Christi.

 La leña del árbol caído

En el año 2019 Citgo tenía deudas por 4.800 millones de dólares, cifra similar a su valor de mercado, unos 5.000 millones de dólares, y una capacidad de refinación de 750.000 barriles por día. De 16.000 estaciones de servicio “abanderadas” para surtir los tanques de combustible estadounidense en los años ochenta, quedaban menos de 5.000.

Ese año 2019 asumió en Citgo una nueva administración – por motivos que todos conocemos que no es el momento de analizar- liderada por Pdvsa adhoc, en cuya presidencia estuvo inicialmente el ingeniero Luis Pacheco, y desde diciembre 2020 el ingeniero Horacio Medina. Ambos excelentes y honestos ejecutivos petroleros.

Ya Citgo había sido ofrecida en su totalidad como garantía de deudas a la empresa rusa Rosneft, y a una emisión de Bonos Pdvsa.

Posteriormente, muchas empresas  demandaron a Citgo por deudas producto de expropiaciones realizadas en Venezuela. Afortunadamente hasta ahora no se ha ejecutado Citgo, pero siempre le pende sobre su cabeza esa espada de Damocles.

Pdvsa adhoc ha realizado una excelente labor. Además de poner al día al complejo en protocolos de mantenimiento – que no es poca cosa- , incrementó la capacidad de refinación en más de 10 % (830.000 barriles vs 750.000), redujo la deuda al mínimo, y el valor de los activos lo ha multiplicado casi por tres, hasta llegar a 14.000 millones de dólares. Es decir, repotenciaron Citgo. Todo esto se releja en mayores ganancias y en competitividad del negocio.

Estas cifras deben congratularnos a todos los venezolanos por encima de las diferencias, y unificarnos para defender la integridad y venezolanidad de Citgo.

Pero lamentablemente, parece que algunos quieren aprovechar una posible caída  del árbol – que sí puede caer con tantas demandas – para participar en el en un festín de la distribución de la leña, cuando el  compromiso ético de los venezolanos – por encima de todas las consideraciones –  debe ser salvar esa empresa a cualquier costo.

Adicionalmente, existen campañas de desprestigio contra el actual presidente de Pdvsa adhoc  y otras importantes personalidades activas alrededor de ese negocio, que lo único que pueden lograr – y ojo que a lo mejor es el objetivo, nunca se sabe- es desprestigiar el manejo que le han  dado los venezolanos a Citgo, e incrementar el riesgo de perder esa empresa tan estratégica para Venezuela.

Para qué sirve Citgo

Citgo es fundamental para el funcionamiento óptimo de una industria petrolera venezolana de primera. Cuando se recupere la industria hasta los niveles que requiere nuestra potencialidad de petróleo y gas, Citgo y sus centros de distribución apuntalarán la comercialización del negocio, la estabilidad y la penetración en un mercado tan importante como Estados Unidos, con el consecuente el flujo de divisas para Venezuela.

Ojalá  mantengamos Citgo. Que los venezolanos seamos una sola voz y una sola acción para salvarla. Sin cegarnos con el espejismo – ni la demagogia – de buscar quiméricos pedacitos de leña, dificilísimos de obtener  en el supuesto de darse un embargo, porque las empresas que participarían… ya están contadas.

Nuestro primer compromiso – ético y por encima de todas las cosas-  debe ser mantener la integridad y el prestigio de Citgo. Es tan fundamental para Venezuela que en el lamentable caso de perderla, podríamos parafrasear a Voltaire y expresar que si Citgo  no existiera tendríamos que inventarlo.

Sí, inventar Citgo y otros Citgos, en Estados Unidos, Europa y en los principales mercados petroleros del mundo. Nada nuevo bajo el sol, así hacen las grandes transnacionales para liderar el negocio. ¿A cuenta de qué algunos quieren que se haga lo contrario?

Salvemos a Citgo. Las nuevas generaciones por venir lo exigen. Evitemos que nos reclamen el haber colocado los pequeños  y subalternos intereses por arriba de la patria (así suene cursi), y ejercer  el triste papel que ya nos ha hecho famosos, de líderes de las  oportunidades perdidas.

Citgo es una prioridad para el futuro de Venezuela.

https://www.costadelsolfm.org/

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