Héctor Orochena, consultor y auditor tributario, sostuvo que un ajuste a la baja de algunas cargas fiscales podría suponer una mejoría importante en la operatividad de los negocios y acrecentaría nuevamente la recaudación del Estado venezolano.
El consultor y auditor tributario, Héctor Orochena, señaló que el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) es un tipo de gravamen definido como un «impuesto de guerra».
En ese sentido, explicó que este tipo de tributo es creado de «forma temporal para cubrir déficit fiscal de los Estados en momentos de crisis económica».
Comentó que hoy, el IGTF que en un momento pudo ser una fuente de ingreso importante para el Gobierno, pero también «representa para el sector privado en general, una traba de los flujos de caja de las empresas».
Orochena apuntó que es «entendible y razonable» que en este momento se revise «con bastante detalle» este impuesto: «por qué no plantear una reducción de la alícuota o en el mejor de los casos, una eliminación del tributo, entendiendo que la situación económica del país hoy ha mejorado y de alguna forma permitiría que las empresas mejoraran su flujo de caja».
Manifestó que también es necesario «revisar todo el sistema tributario en sí mismo» y añadió, por ejemplo, que se podría efectuar una reducción de la alícuota del porcentaje de retención del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Igualmente, puntualizó en Unión Radio que tras la promulgación de la Ley de Armonización Tributaria, una gran mayoría de los municipios del país «aumentaron sus alícuotas, rompiendo la regla de oro en su momento».
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