Declaración de la Academia Nacional de la Ingeniería y El Hábitat sobre los efectos de las lluvias torrenciales en la Cordillera y en Los Llanos Occidentales.
Las lluvias torrenciales que han azotado recientemente las zonas rurales de Mérida, Táchira y Trujillo han provocado no solo una catástrofe humanitaria, sino también una pérdida profunda del tejido territorial y cultural de esta región andina, de valor incalculable para la identidad venezolana. Viviendas de arquitectura vernácula, centros poblados históricos, infraestructuras locales y paisajes modelados por generaciones han sido destruidos o gravemente alterados por la fuerza de las aguas.
La reconstrucción de esta vasta región no puede entenderse simplemente como una operación técnica de reparación de daños. Debe ser, por el contrario, una recomposición consciente del territorio, que atienda no solo a su dimensión física, sino también a su dimensión simbólica, cultural, comunitaria y productiva. La memoria colectiva —expresada en formas de habitar, en trazas urbanas, en materiales y en relaciones de convivencia— es un recurso vital para reconstruir con sentido, con arraigo y con visión de futuro, reconociendo, por un lado, los valores autóctonos que hacen únicos a nuestros estados andinos, y aprovechando, por otro, la oportunidad para corregir problemas arrastrados desde hace tiempo y prever respuestas más resilientes frente a futuros eventos similares.
Es urgente activar una respuesta articulada que aporte ideas innovadoras, basadas en experiencias previas de reconstrucción post desastre y adaptadas a la realidad venezolana; discursos críticos y propositivos que superen visiones improvisadas o meramente tecnocráticas; herramientas metodológicas que permitan diagnosticar con precisión los daños, reconocer los valores patrimoniales y paisajísticos perdidos, e incorporar a las comunidades como agentes activos del proceso; así como espacios de formación, debate y acompañamiento, probablemente de la mano de universidades y autoridades estatales y municipales afectadas, que fortalezcan capacidades locales y fomenten una cultura del cuidado y la prevención en todos los niveles educativos.
Reconstruir sin memoria sería reconstruir en el vacío. Por eso, proponemos que la intervención en los Andes venezolanos sea también una oportunidad para reivindicar el valor del territorio como palimpsesto de historia, cultura y vida compartida. La Academia no puede permanecer al margen de esta necesidad; al contrario, está llamada a encarnar una responsabilidad ética y cívica ante el país, contribuyendo con pensamiento crítico, saber acumulado y compromiso público a la recomposición justa, integral y digna de nuestros territorios.
La Academia continuara haciendo evaluación y seguimiento de la catastrófica situación presentada y formular las recomendaciones correspondientes.
Dado en el Palacio de las Academias Nacionales, en Caracas, a los 08 días del mes de julio del año 2025.
La Junta de Individuos de Número, reunión Nº 328/25
Academia Nacional de a Ingeniería y el Hábitat – correo-e: acadingven@gmail.com
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