lunes, 2 de junio de 2025

Ni tan fuerte como alardea: ¿A qué se enfrenta Nicolás Maduro tras el #25M?


Maduro campaña

Para el politólogo Enderson Sequera, los objetivos que se planteó Nicolás Maduro con las elecciones regionales no fueron logrados: pasar la página del 28 de julio, construir una nueva oposición a su medida y aceitar su maquinaria de cara a la reforma constitucional. Por su parte, la investigadora María Puerta Riera asegura que el oficialismo no está robusto tal como alardea: “A pesar de que pueda parecer fortalecido, en realidad sobrevive gracias a las debilidades de la oposición”


El oficialismo cantó victoria en unas elecciones en las que la mayor coalición opositora llamó a no votar y en las que el desánimo y el miedo tras la represión que se desató, luego de los comicios presidenciales del 28 de julio, siguen presentes en la población.

Con 23 de las 24 gobernaciones bajo su control y la mayoría parlamentaria a nivel nacional y regional, Nicolás Maduro se mostró victorioso al conocer los resultados de las elecciones regionales y legislativas realizadas el domingo 25 de mayo.

“Hoy ha demostrado la revolución bolivariana que está más vigente y más fuerte que nunca. Hoy hemos demostrado el poder del chavismo, del bolivarianismo del siglo 21. No es cualquier cosa lo que ha logrado este pueblo”, dijo Nicolás Maduro la madrugada del lunes 26 de mayo en un acto en la plaza Caracas.

De acuerdo con las cifras dadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), la participación fue del 42,63% de los «electores y electoras activos».

Sin embargo, desde la oposición mayoritaria liderada por María Corina Machado celebraron que el “85% de la población” desobedeció el llamado a votar y se quedó en sus casas.

Para Machado, la abstención que se registró en las elecciones regionales representa una derrota para la administración Maduro que -según dijo- están «doblegando a pulso, paso a paso».

“Nosotros no ganamos porque ellos llamaron a la abstención. Esa es una premisa que no es verdad. Nosotros ganamos porque somos mayoría. Esa es la verdad verdadera”, refutó Diosdado Cabello en el programa Con el mazo dando el 28 de mayo.

Aunque el mapa de Venezuela quedó teñido de rojo, el politólogo y consultor político Enderson Sequera considera que el chavismo no salió fortalecido en las elecciones regionales y legislativas.

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En su opinión, Nicolás Maduro buscaba tres objetivos: pasar la página del 28 de julio, construir una nueva oposición a su medida y aceitar su maquinaria de cara a la reforma constitucional.

Ninguno de los objetivos, según el analista, fueron logrados.

“Los venezolanos no fueron a votar y tienen presente la necesidad de hacer valer la victoria en las presidenciales del 28J. El sector Capriles no convenció, no movilizó y no tiene credibilidad ante los venezolanos, con lo cual no podrán ejercer de oposición a la medida del chavismo”, argumenta.

Más allá de las cifras dadas por el Consejo Nacional Electoral, el politólogo resalta que la baja participación quedó expuesta en los centros electorales vacíos “lo que evidencia que la base electoral del chavismo viene descendiendo aceleradamente”. 

La politóloga e investigadora María Puerta Riera tampoco visualiza a un oficialismo robusto, tal como alardea tras las elecciones regionales y legislativas. “A pesar de que pueda parecer fortalecido, en realidad sobrevive gracias a las debilidades de la oposición”, comenta.

Las fisuras rojas

Tras las elecciones del 25 de mayo, ¿a qué se enfrenta Nicolás Maduro y la cúpula chavista?

Desde la oposición, se habla de grietas en la cúpula chavista. Aseguran que las fisuras quedaron expuestas con la llamada Operación Guacamaya en la que cinco opositores salieron de la embajada de Argentina donde permanecieron refugiados durante más de un año y bajo custodia de los cuerpos de seguridad del Estado.

«Los pocos que hoy les quedan los están abandonando y se la van a pensar muy bien antes de ejercer la violencia criminal para defender a unos pocos», insistió Machado, el 25 de mayo.

El gobierno no es un bloque monolítico u omnipotente. Como en toda coalición de poder, hay bloques, sectores y grupos”, afirma Enderson Sequera, quien considera que el reto para el liderazgo político es “promover esas fisuras hasta tal punto que un sector influyente del chavismo, desde adentro, se abra a la posibilidad de iniciar una transición a la democracia”.

Al respecto, Puerta Riera advierte que a mediano plazo las diferencias internas y luchas por la sucesión del madurismo podrían tomar cuerpo en el seno de la coalición oficialista al no tener que cerrar filas para proteger a Nicolás Maduro de una «oposición desarticulada».

El reto para el chavismo, según la mirada de Sequera, es cómo sobreviven en el corto y mediano plazo en el poder, tomando en cuenta entre otros factores, el aislamiento internacional, el golpe que representa el fin de la licencia Chevron y el mermado apoyo popular. 

“En los próximos meses y años, lo que veremos es el intento del chavismo de imponer su modelo totalitario en el país y la aspiración de las fuerzas democráticas de frenar ese intento y devolver la democracia a Venezuela”, puntualiza Sequera.

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