El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, no logró vencer este jueves las reticencias de su homólogo de Francia, Emmanuel Macron, sobre el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Mercosur y le dio seis meses para concluirlo.
«Yo asumo la presidencia del Mercosur este 6 de junio, durante seis meses. Quiero decirle que no dejaré la presidencia del Mercosur sin concluir el acuerdo con la UE. Por eso, querido (Macron), abra su corazón para cerrar ese acuerdo», dijo Lula en una conferencia de prensa conjunta en el Elíseo.
Macron, sin embargo, no recogió el guante y señaló que los seis meses que le ha dado Lula podrán servir para «mejorar» el pacto, pero no para firmarlo como está.
«Tenemos seis meses para mejorarlo, con cláusulas recíprocas, porque el acuerdo como está no es bueno para el clima ni justo» para los agricultores, declaró Macron, sin moverse de la posición oficial francesa de un pacto que ya fue firmado por la Comisión Europa (CE), pero que París, junto a algunas capitales europeas, veta.
Lula incidió, por su parte, en que el proteccionismo es «cosa del pasado» y se sorprendió de que los europeos, en la vanguardia del libre comercio hace unas décadas, sean ahora los defensores del proteccionismo.
Macron matizó que Francia sí que está a favor de acuerdos de libre comercio, pero de una forma «justa» y volvió a poner el ejemplo del pacto entre la UE y Canadá. «Sirve para bajar los aranceles, pero de forma justa», insistió.
El presidente brasileño, por su parte, se esforzó en explicar que «no hay un país (como Brasil) que haga más en favor del clima» y señaló que hace falta pedagogía para explicar a todos los sectores, incluidos el de la agricultura, el beneficio del acuerdo entre la UE y el Mercosur.
El mandatario francés, que sufrió una oleada de manifestaciones hace un año y medio por parte de los agricultores franceses descontentos con los acuerdos de libre comercio, respondió que, tal y como está, el documento «no es bueno» porque a los productores europeos se les aplican unas normas más estrictas que a los del Mercosur.
En ese sentido, Macron pidió una cláusula recíproca, que serviría para aplicar las mismas normas fitosanitarias en ambos bloques, y una cláusula de «freno», que serviría para paralizar una parte del acuerdo si un sector determinado resulta desestabilizado fruto de una competencia juzgada desleal.
EFE
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