Cuando veas a un gigante, examina antes la posición del sol, no vaya a ser la sombra de un pigmeo. Von Hardenberg.
El gobierno actual en su concepción militarista y totalitarista ha logrado avanzar en la consecución de sus objetivos de imponer un régimen socialista en Venezuela, por cuatro razones fundamentales: 1. Ha enfrentado a la sociedad civil con tácticas y estrategias militares para las cuales ésta no estaba preparada después de 40 años de gobiernos civiles. 2. La dirigencia política de entonces no advirtió con claridad dicha situación y ha querido enfrentar al régimen con acciones tradicionales que hubieran podido tener éxito frente a gobiernos dirigidos por civiles con mentalidad democrática. 3. Las ambiciones políticas personales. 4. Los 40 años de democracia con sus imperfecciones y desvaríos.
Sin embargo, aún los grandes ejércitos han sido derrotados por pequeños detalles inesperados, y la clase militarista en el poder no es la excepción ni tampoco es un gran ejército, pero tienen el monopolio de las armas. Desde su sala situacional han venido manejando con habilidad : operaciones de distracción para confundir; operaciones sorpresas con ese mismo fin: operaciones de intimidación para amenazar y disuadir y operaciones de comunicación para difundir, dispersar y engañar. Pero un detalle los tomó por sorpresa, no contaban con la unidad de sus oponentes y mucho menos con un candidato unitario. En sus escenarios ha estado siempre la dispersión de los contrarios. Algo parecido fué lo ocurrido el 28 de julio del año pasado lo que los impulsó a robarse descaradamente los resultados de las elecciones presidenciales.
La candidatura de la unidad democrática contó con varias fortalezas. La primera de ellas fué el elemento sorpresa, al lograr aglutinar rápidamente en torno a su candidatura los distintos factores y visiones que pugnaban en nuestra sociedad democrática. En segundo lugar, el entusiasmo que logró suscitar dicha candidatura, dejando atrás las frustraciones y las decepciones, lo cual garantizó su triunfo.
Obviamente, falta convencer a los que por distintas razones, mantienen su posición de abstenerse, a los que se creen predestinados por la divina providencia, y a los eternos negociantes de la política.
Sin embargo, creo en la esperanza creciente que se ha despertado en la población y el espíritu democrático que anima a los dirigentes políticos que han reflexionado y apoyan esta nueva opción democrática que se le ofrece al país. Porque eso somos, una nueva opción democrática frente al autoritarismo decadente y atrasado que representa el régimen que nos oprime.
Para Chávez, Maduro y sus seguidores la gente ha sido simplemente votos que aumentan o disminuyen según sea su apreciación sobre la magnitud de su trampa y del costo de la compra de conciencias, en un típico tráfico de miserias. Para la unidad democrática, la gente son seres humanos con necesidades que aspiran ser resueltas y esperanzas que deben ser cumplidas. La tarea no es fácil, pero hay que aprovechar cada oportunidad para hacer renacer nuevos y mejores tiempos. Algo está muriendo y algo está naciendo en el país , así son los partos de la historia.
nevillarin@gmail.com
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