
Un día después de confirmarse el fallecimiento de Ariadna Pinto, una joven de 20 años que murió el pasado sábado 10 de mayo en un hospital de San Carlos, capital del estado Cojedes, organizaciones se suman a la petición de justicia por la muerte de la ex presa política, que fue detenida tras la represión electoral del 28 de julio, y luego fue excarcelada por su complicado estado de salud.
Ariadna fue diagnosticada con diabetes mellitus tipo I a los 10 años, una condición que su madre, Elizabeth Pinto, lograba controlar con un tratamiento estricto. Sin embargo, tras su detención el 1 de agosto de 2024, su salud comenzó a deteriorarse gravemente, según informó el Comité por la Libertad de los Presos Políticos (Clippve) en un comunicado publicado en X.
El Comité confirmó el fallecimiento de Pinto en la misma red social.
“Su liberación fue el resultado de una intensa presión pública, impulsada por su madre y organizaciones defensoras de derechos humanos. Pero ya su cuerpo mostraba signos de agotamiento”, se lee en el texto.
Su detención
La joven fue arrestada por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) luego de que una jefa de calle de la Unidad de Batalla Bolívar-Chávez (Ubch) la denunciara por presuntamente incitar al odio y al terrorismo.
La detención ocurrió en el marco de las protestas poselectorales en Tinaquillo, estado Cojedes, que se generaron tras los resultados de las elecciones del 28 de julio de 2024, cuando el Consejo Nacional Electoral anunció a Nicolás Maduro como ganador.
Durante su reclusión, Ariadna enfrentó condiciones que agravaron su estado de salud. El 12 de agosto de 2024 fue internada en el Hospital Joaquina de Rotondaro de Tinaquillo por una hiperglucemia severa, pero fue devuelta al Cicpc sin un tratamiento adecuado.
El 1 de septiembre una nueva emergencia la llevó nuevamente al hospital, donde su glicemia superaba los 400 mg/dL, según detalló Clippve.
El 7 de diciembre de 2024, tras meses de presión pública impulsada por su madre y organizaciones de derechos humanos, Ariadna fue excarcelada. Sin embargo, su liberación llegó tarde.
Durante su internamiento, permaneció bajo custodia de la policía científica y esposada, en condiciones que fueron denunciadas como humillantes.
Despues de su excarcelación su salud empeoró
Tras su excarcelación, Ariadna fue trasladada al Hospital de San Carlos, donde enfrentó un cuadro de retención de líquidos y dificultades respiratorias. Allí se le practicó diálisis, y en febrero, se confirmó que había desarrollado insuficiencia renal crónica, una complicación que adquirió mientras estuvo presa, según contaron familiares a la ONG.
El pasado 27 de abril, Pinto tuvo una nueva recaída y su estado crítico se prolongó hasta el 10 de mayo, cuando finalmente falleció por un paro respiratorio.
Su madre, Elizabeth Pinto, había solicitado medidas humanitarias desde el inicio de su detención, pero estas no fueron concedidas a tiempo por las autoridades.
La muerte de Pinto ocurrió una semana después del suicidio de Lindomar Amaro Bustamante, otro joven de Cojedes que se quitó la vida en la cárcel de Tocorón tras meses de maltrato y problemas de salud mental, según denunció el Clippve.
Además del Clippve, organizaciones políticas como Voluntad Popular exigieron justicia y reparación para la familia de Ariadna. Señalaron que aún permanecen detenidos en condiciones similares Amado Ramón Villega, Amado José Villega González y Freddy José Flores Acosta en Tocorón, así como el alcalde de Tinaquillo, Fernando Feo, en El Helicoide.
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