Con casi 15 años de crisis eléctrica – sin solución a la vista -, la acentuada crisis migratoria, el alcalde de su capital preso  y otros tres más detenidos por supuestos vínculos con el narcotráfico, un gobernador opositor que nuevamente aspira a la reelección, el Zulia no parece tener suficientes incentivos para  acudir a las urnas el próximo 25 de mayo.

El Zulia es el estado con mayor población electoral en el país con 2,6 millones de votantes. En 2021, con Manuel Rosales como candidato único la oposición logró vencer al oficialismo con una participación estimada de un millón 100 mil electores (41,52%). Hoy, distribuidos en 21 municipios, los zulianos deshojan la margarita para decidir si votan o no.

Lo ocurrido el pasado 28J y la sucesión de eventos y de expectativas fallidas que de allí derivaron tampoco ayudan a mejorar el ambiente electoral en la región. «No creo que se trate de pasar la página del 28J, sino, por el contrario, el votar, y ojalá fuera masivamente, para repetir la experiencia, sería una reafirmación  de que el régimen no tiene apoyo popular», asegura el exrector de la Universidad del Zulia y de la Universidad Católica Cecilio Acosta, Ángel Lombardi.

«Hay que intentar la vía electoral contra todos los obstáculos. No tenemos otra alternativa», insiste, algo en lo que coincide con un experto en materia de Derechos Humanos, que prefirió no identificarse,  para quien, pese al dilema de  la «desconfianza», es «importante que la ciudadanía acuda a las urnas. Siempre ha sido mejor pronunciarse a pesar de…. «.

El investigador  reconoce que los ánimos para participar en el Zulia se encuentran muy diezmados. Y la abstención va a favorecer al gobierno nacional. «Por lo que en medio de todo, la peor opción es no ir a votar».

Manuel Rosales Guerrero, como ya había anunciado desde el mismo momento en que se convocaron  las elecciones regionales y parlamentarias, inscribió su candidatura y, junto a la suya, la de importantes dirigentes nacionales que han decidido participar el próximo 25 de mayo, pese al llamado de abstención realizado por María Corina Machado. «Respeto a quienes piensan de esa manera. Pero, el derecho que tenemos los venezolanos de votar y de expresar nuestra opinión no podemos echarlo al cesto de la basura», dijo Rosales al momento de inscribir su candidatura.

«Ojalá María Corina, cuyo liderazgo nadie discute, decida cambiar de postura y convoque a la participación», desea el exrector Lombardi.

Rosales con más espinas que pétalos en parte de la oposición

La «pureza» opositora de Manuel Rosales ha sido puesta bajo la lupa  en incontables ocasiones. De hecho, fue Rosales quien primero se inscribió para competir contra Nicolás Maduro en las presidenciales de julio pasado, pero cuando la oposición consiguió un consenso en la persona de Edmundo González Urrutia, él desistió en su empeño. Sin embargo, esta vez ha dejado claro que no renunciará  ni se retirará sin antes luchar electoralmente.

Entre los reclamos más frecuentes a Rosales está su falta de apoyo a las primarias y, según el analista antes citado, sus posturas «ambiguas» frente a los reclamos opositores. «Sin embargo, Rosales tiene un gran capital electoral que no debe perderse», dice.

El candidato a la reelección no es el único opositor que aspira a la gobernación del Zulia, pues por Acción Democrática -o al menos por la franquicia partido Blanco en manos de Bernabé Gutiérrez- se postuló – con bastante menos chance – el alcalde de La Villa del Rosario de Perijá, Ely Atencio, y también lo hizo el dirigente «independiente» Luis Ratti.

Lombardi considera que el Zulia no puede permitirse volver a entregarle la gobernación al oficialismo «porque fue una experiencia desastrosa».

El chavismo se la juega con Luis Caldera

Desde la otra acera, el chavismo que fue barrido en las  elecciones regionales del 2021, ha postulado al más exitoso y mejor evaluado de sus alcaldes en la región, Luis Caldera, joven ingeniero que ha dirigido con acierto el municipio guajiro Mara, vecino de la capital. «Vamos a defender los sagrados intereses del Zulia y eso lo lograremos en perfecta unidad con los zulianos y las zulianas», posteó el candidato en su cuenta de Instagram.

El nombramiento de Caldera dejó fuera de la contienda al exgobernador Francisco Arias Cárdenas, quien regresó de México, donde fungía como embajador,  aspirando de nuevo a la candidatura; y también al exministro de Interior y Justicia, de Energía Eléctrica y actual presidente de Corpozulia, el poco carismático Néstor Reverol, brazo ejecutor de Miraflores en la región, y quien nunca ha negado su deseo de instalarse en el Palacio de los Cóndores.

La gestión de Omar Prieto (electo tras el default de Juan Pablo Guanipa en 2017) y Willie Casanova no trae buenos recuerdos a los zulianos y puede convertirse en un hándicap para Caldera y en una oportunidad para Rosales

Pablo Pérez dice que las «condiciones perfectas» siempre brillan por su ausencia

Pablo Pérez Herrera, exgobernador del Zulia, luego de nueve años inhabilitado políticamente, aspira ahora a una curul en el Parlamento y es vehemente al decir que la única salida es el voto, o al menos es la única salida a la que él  apuesta.

Respeta, afirma, a quienes defienden la abstención, pero recuerda que ni en 2018, ni en 2021, ni 2005 se consiguió nada con no participar. «Nunca hemos tenido las condiciones perfectas. Pero la pelea tienes que darla. Para mí a pesar de todo esa pelea es a través del voto».

«El único instrumento pacífico que tienes es el voto. La lucha política hay que darla permanentemente. Debimos ir todos unidos para estas elecciones, debimos plebiscitar este 25 de mayo».

Pérez al igual que Lombardi advierten también que este mismo año el gobierno realizará un referendo para aprobar la reforma constitucional que adelanta «¿Qué vamos a hacer? ¿Tampoco vamos a participar?», se pregunta Pérez. Pero esa será otra margarita a deshojar.

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