Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

viernes, 25 de abril de 2025

Neuro Villalobos: Un hombre íntegro



De qué vale el cuerpo, si el  cerebro está vacío y tu alma marchita. Drauzio Varella.

Tres tareas, siempre inconclusas y que debemos completar, nos propuso el Dr. Oscar Arias en su visita a Maracaibo con ocasión del lanzamiento del Programa de Valores respaldado por varias instituciones regionales. La primera de ellas es superar el invierno de la corrupción; la segunda es sacudirse los miedos de la democracia, y la tercera, asumir como propio el renacer, o lo que  él denominó la primavera de la ética.

Esta última es fundamental y posibilitará, a mi entender, el cumplimiento de las otras dos. El hombre no es sólo una realidad biológica, es también una realidad cultural donde siempre está presente el aprendizaje, y su base fundamental, que es el lenguaje. No hay humanidad sin aprendizaje cultural, dice Savater, y la humanidad es el rasgo común que nos hace iguales, es decir, el  reconocernos como seres humanos y tratarnos como tales.

Haciendo uso de tu libertad puedes decidir entregarte como esclavo al mejor postor o jurar obediencia a cualquier tirano, pero, entonces habrás elegido no elegir por tí mismo. De allí la responsabilidad que tenemos como ciudadanos de  elegir concienzudamente, cada vez que lo hagamos, de acuerdo a principios y valores éticos que son los que nos permiten discernir en base a las normas y conductas, buenas o malas, que al final, propician o no la convivencia en paz, para vivir un mundo mejor, con honestidad y sin temor.

La ética tiene que ver con nuestra recta actuación lo cual nos obliga a ser coherentes entre lo que pensamos, decimos y hacemos. Un hombre íntegro se hace invulnerable a las múltiples formas de la corrupción. Un hombre íntegro logra  la credibilidad de los demás, y la credibilidad genera confianza. Estos son principios inalienables que se exigen al liderazgo contemporáneo, dado que el mundo, y nuestro país con mayor intensidad, atraviesan por un largo invierno de corrupción, violencia, inmoralidad, crueldad y muchas otras manifestaciones de las perversiones de las almas marchitas, lo que a pesar de parecer conductas de seres humanos, sus sombras reflejan a las bestias apocalípticas.

Asumamos la gran tarea de  rescatar los valores que nos permitan reconciliarnos con la vida, reconocernos como humanos y sobre todo, aquellos que nos distinguen como hombres íntegros. Entendamos los valores como los define Covey: “Atributos que le damos a los principios -esencia de lo que nos caracteriza, lo que verdaderamente somos- y a las cosas”. Ellos se basan en nuestras percepciones y en nuestra interpretación de la realidad. Los valores en la conducta humana se configuran con las actitudes y actúan como marcos preferenciales de orientación al sujeto en el mundo donde vive.

El pueblo venezolano, de acuerdo con el régimen que nos hostiga, tiene que estar dispuesto a escoger entre ser vende patria y entregarse en los brazos enjutos del totalitarismo cubano, que eso sí es hacer patria según la visión estrábica y borrosa de la dirigencia oficial; aceptar la implementación de ese “plebeyo placer del anacronismo” que es el socialismo que promueve la “la izquierda borbónica” al decir de Petkoff, hoy en posesión del poder; o decidirse por aceptar resignadamente la muerte, bien como parte de la filosofía del fracaso que ve enemigos en todas partes, o por razones de inseguridad, que al final es la demostración evidente del fracaso gubernamental, que se resume en la frase “Patria, Socialismo o muerte”.

El hombre íntegro venezolano tiene que darle un sentido esperanzador a la vida y proporcionarle ideales por los cuales luchar, que son muchos, entre ellos,entender a la patria como la define José Ingenieros: “Sincronismo de espíritus y corazones, temple uniforme para el esfuerzo y  homogénea disposición para el sacrificio, simultaneidad en la aspiración de la grandeza, en el pudor de la humillación y en el deseo de la gloria.”

Por eso, debemos asumir otra frase más apropiada como “Patria, Capitalismo y Valores”, reconociendo al capitalismo como esa formidable maquinaria de generación de riquezas, como lo expresara alguna vez Emeterio Gómez, y educar en valores para retomar los principios correctos que nos definen como Nación.

nevillarin@gmail.com

https://www.costadelsolfm.org/

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