Médicos Sin Fronteras (MSF) advirtió este martes sobre la creciente violencia en Colombia, donde al menos 11 focos de conflicto están activos, dejando a miles de personas sin acceso a servicios esenciales.
“Estamos muy preocupados por el impacto que el recrudecimiento del conflicto en Colombia está teniendo sobre decenas de miles de personas en varias regiones”, expresó Francisco Otero, coordinador general de MSF en el país.
Otero destacó que los equipos de MSF “están proporcionando asistencia médico-humanitaria esencial a comunidades aisladas y vulnerables en zonas de muy difícil acceso para organizaciones humanitarias, y con poca presencia del Estado”, mencionando específicamente áreas como el Catatumbo y el departamento de Arauca, ambos en la frontera con Venezuela.
Ante esta situación, la organización hizo un llamado a las autoridades estatales y otros organismos humanitarios para trabajar en la provisión de servicios básicos, como atención médica, a las comunidades gravemente afectadas por el conflicto.
Además, MSF instó a los grupos armados a garantizar la protección de las instalaciones médicas y del personal humanitario.
Crisis humanitaria en el Catatumbo
La semana pasada, Human Rights Watch (HRW) reveló que los grupos armados irregulares en el Catatumbo han perpetrado “graves abusos” contra la población local en medio de la confrontación entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Frente 33 de las disidencias de las FARC.
“El ELN y el Frente 33 han matado, secuestrado y desaparecido a civiles. Los enfrentamientos entre las partes y los abusos cometidos han obligado a más de 56.000 personas a huir de sus hogares, uno de los desplazamientos masivos más grandes de Colombia en décadas”, indicó HRW en su informe titulado “El Catatumbo: Abusos de grupos armados y desprotección estatal”.
En respuesta a esta crisis, MSF ha estado “realizando clínicas móviles en zonas rurales donde hay restricciones de movimiento”, tanto para facilitar que la población acceda a recursos como para permitir la entrada de organizaciones humanitarias.
Entre el 10 de febrero y el 15 de marzo, los equipos médicos llevaron a cabo cerca de 1.200 consultas en áreas rurales de Ábrego, Teorama y Tibú, abarcando 933 consultas en salud primaria y 112 en salud mental.
“Hemos notado un deterioro en la salud de la población, desde niños con síntomas de desnutrición hasta pacientes crónicos con hipertensión o diabetes que han visto interrumpido su tratamiento”, comentó Altair Saavedra, coordinadora médica de MSF en Colombia.
“La mayoría de las mujeres gestantes que vimos en consulta no habían iniciado controles prenatales, independientemente de la edad gestacional; además, algunos pacientes presentaban cuadros psicológicos severos provocados por la incertidumbre ante el desarrollo del conflicto”, añadió Saavedra.
Con información de Efe.
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