Con el estado de atraso que dejó el gomecismo a Venezuela en 1935, muchos historiadores han afirmado que el país entró tarde al siglo XX.
Una nación manejada como una hacienda del Presidente, sin instituciones democráticas, donde el disentir podía costar la vida, el destierro o la cárcel con grilletes en los tobillos, no tenía las condiciones apropiadas para superar el estado de atraso político, económico y social.
Hoy, ya ha transcurrido casi una cuarta parte del siglo XXI, otra vez Venezuela está a la saga en el continente en casi todos los indicadores de calidad de la democracia, de respeto a los derechos ciudadanos, de calidad en los servicios públicos, de seguridad social, de libertades económicas, desarrollo industrial, investigación científica y poder adquisitivo, entre otros.
Pareciera que de nuevo entramos tarde a un siglo, a pesar del potencial natural y del extraordinario recurso humano. ¿Cuánto faltará para el siglo XXI venezolano?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario