El próximo 25 de mayo los venezolanos están citados a las urnas para renovar, en un día, a los 277 diputados de la Asamblea Nacional (AN), los 23 gobernadores de estado y decenas de diputados regionales, de acuerdo con lo anunciado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) el pasado 19 de febrero, e inicialmente pautadas para el 27 de abril.
La convocatoria de las elecciones «integrales», que incluirá parlamentarias y regionales tanto a nivel Legislativo como Ejecutivo, se produce luego de que varios altos funcionarios advirtieran que este año será muy movido desde el punto de vista electoral. «Seguro habrá elecciones varias, al menos nueve, en el año 2025, pero lo que creo que es casi seguro es que habrá elecciones muy, muy pronto», afirmó el presidente
Sin embargo, un día después, el jefe del Gobierno, Nicolás Maduro, elevó la cifra hasta diez.
«Este año nos toca [elegir a] la AN, vital para la estabilidad de la República, este año toca gobernaciones y consejos legislativos, este año toca alcaldías y concejos municipales. Así que preparémonos», declaró Nicolás Maduro al presentar su informe anual de gestión al Legislativo, donde además de los comicios antes citados incluyó tres consultas relacionadas con los consejos comunales y el referendo sobre la reforma constitucional.
La pretensión de las autoridades de escoger por lo menos tres cargos de dos poderes en un mismo proceso no debería sorprender, pues ya había sido anunciada por Maduro en 2022, y en esa oportunidad se incluía también el poder municipal. «Es muy importante prepararnos para dos años clave de la revolución en lo político: la gran victoria de las elecciones presidenciales en el año 2024 y prepararnos porque en el año 2025 hay elecciones conjuntas de la Asamblea Nacional, de gobernaciones y alcaldes».
Sin cronograma
Como ya ocurrió con las pasadas presidenciales, el CNE convocó los comicios para el mes de mayo sin cumplir con la obligación legal de presentar el cronograma electoral.
El artículo 42 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales (Lopre) es clara al señalar que «el Consejo Nacional Electoral realizará la convocatoria para la elección de los cargos de elección popular correspondientes. Dicha convocatoria se publicará en la Gaceta Electoral de la República Bolivariana de Venezuela, sin menoscabo de su publicación en otros medios de información masivos. En el acto de la convocatoria, el Consejo Nacional Electoral, fijará la fecha de la elección e igualmente publicará el Cronograma Electoral del respectivo proceso electoral, el cual deberá establecer las etapas, actos y actuaciones que deberán ser cumplidos de conformidad con lo previsto en esta Ley».
Al momento de anunciar la fecha de las elecciones, el presidente del organismo comicial, Elvis Amoroso, informó que en «las próximas horas» publicaría el cronograma, pero este no ha aparecido aún en la Gaceta Electoral, tal como exige la Lopre. Esta demora no se ajusta al mandato previsto en la norma legal antes citada, la cual establece claramente que el calendario electoral ha debido presentarse al mismo momento en que se anunció la fecha de las votaciones.
Para reforzar la incertidumbre, Eugenio Martínez, periodista especializado en temas electorales, señaló que el CNE publicó un supuesto cronograma por «grupos de WhatsApp», en lugar de medios oficiales como su sitio web, que dejó de funcionar tras las presidenciales.
Jugando con la fecha
La fecha de los comicios es otra irregularidad. ¿Por qué? Las elecciones se celebrarán varios meses antes de que se produzca el vencimiento de los mandatos de la AN, de los gobernadores y legisladores regionales.
Esta práctica se ha vuelto rutinaria por parte del CNE, el cual se ha valido de la derogación de la disposición que establecía, de manera casi pétrea, el momento en el que debían celebrarse los distintos comicios. La anterior Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política (vigente hasta el 31 de julio de 2009) señalaba en su artículo 152 que las elecciones debían fijarse «un día domingo de la primera quincena del mes de diciembre del año anterior a la finalización del período correspondiente».
En los últimos años, las autoridades electorales han aprovechado la ausencia de una norma legal que indique el momento en que deben celebrarse las elecciones para fijar los procesos en fechas que favorecen al oficialismo. Las pasadas elecciones presidenciales de 2024 son el mejor ejemplo, pues tuvieron lugar el 28 de julio, día del nacimiento del fallecido Hugo Chávez.
Desde Acceso a la Justicia ya hemos denunciado esta práctica reiterada.
Sin derecho a pataleo
Otra anomalía detectada son las amenazas y advertencias que las autoridades han lanzado a quienes pretenden competir en estos comicios, las cuales parecen destinadas a eliminar cualquier cuestionamiento y, por lo tanto, cercenan la libertad de expresión y el derecho a la participación política.
«Todas las organizaciones con fines políticos, sus autoridades y sus candidatos participantes deben suscribir un documento comprometiéndose a respetar y acatar todos los eventos concernientes a la elección del 27 de abril y los resultados emitidos por el CNE», anunció Amoroso.
Una advertencia similar lanzó la AN, que en un acuerdo publicado a finales de enero de este año señaló que velará en las venideras elecciones por
«la correcta y oportuna aplicación de la Constitución y la ley, particularmente la reciente Ley Orgánica Libertador Simón Bolívar contra el bloqueo imperialista y en defensa de la República Bolivariana de Venezuela, en todas las fases del Proceso Electoral, así como el pleno reconocimiento a todos los eventos electorales convocados por el CNE».
La ley citada establece inhabilitaciones bajo supuestos muy amplios y vagos, así como penas importantes.
Y a ti venezolano, ¿cómo te afecta?
En las nuevas elecciones que el CNE está organizando para el 25 de mayo, el organismo insiste en incurrir en prácticas y vicios que en nada contribuyen a reforzar la confianza en la institución del voto y del sistema electoral venezolano. Las autoridades no han tomado ninguna medida para despejar las dudas que persisten en relación con las pasadas presidenciales del 28 de julio.
La información disponible y las declaraciones oficiales dejan en claro que Venezuela se encamina nuevamente a unos comicios que están alejados de los estándares internacionales en la materia.
Aquí, valdría la pena recordar que la Organización de Estados Americanos (OEA) considera que «los procesos electorales no representan solamente elecciones, sino que son el medio por el cual las sociedades modernas renuevan sus gobiernos de manera civilizada y pacífica». Sin embargo, para que esto ocurra es necesario que cumplan los requisitos fijados en la Carta Democrática Interamericana; es decir que sean «periódicos, libres, justos y basados en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo»; que exista un «régimen plural de partidos y organizaciones políticas»; y haya «separación e independencia de los poderes públicos».
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