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martes, 4 de febrero de 2025

Mauricio Claver-Carone, el otro brazo de Donald Trump para Venezuela



En la reciente crisis diplomática con Estados Unidos, el gobierno de Petro comprobó el peso y el rol que tendrá en América Latina Mauricio Claver-Carone. Y en el marco de la reunión, del enviado de Trump, con Nicolás Maduro también lo vimos actuar.

Lo que se ha visto hasta ahora es que Donald Trump regresó a la Casa Blanca dispuesto a cumplir su promesa básica de resolver algunos asuntos internos del país a los que considera prioritarios. En 24 horas firmó 22 órdenes ejecutivas siguiendo la línea de su lema Estados Unidos Primero, así que –aparentemente- habrá que esperar un poco para ver qué decisiones toma con respecto a Venezuela y a los otros miembros del eje socialista enquistado en Latinoamérica, del cual hacen parte Nicaragua y –por supuesto- Cuba.

Son muchas las expectativas ante la designación de Mauricio Claver-Carone como Enviado Especial del Departamento de Estado para América Latina, un cargo que viene con el mandato implícito de poner orden en la región y con especial atención –justamente- a los casos de los autócratas de Caracas, Managua y La Habana, además de los problemas que se generan en la hasta ahora porosa frontera con México.

Es la persona ideal para esto, de acuerdo a lo dicho por Trump al informar sobre el nombramiento de este abogado de 49 años, nacido en Miami y de madre cubana y padre español.

Mauricio conoce la región y sabe cómo anteponer los intereses de Estados Unidos, dijo el presidente en un mensaje divulgado a través de su cuenta personal en la red social Truth: También conoce las graves amenazas a las que nos enfrentamos por la inmigración masiva ilegal y el fentanilo. Como Enviado Especial del Departamento de Estado, Mauricio trabajará incansablemente para proteger al pueblo estadounidense.

En ese sentido, se esperaba que Claver-Carone se activara de inmediato con el espinoso tema del fraude electoral perpetrado el 28 de julio, por el régimen y el alto mando militar venezolano para mantener a Nicolás Maduro como presidente de facto, pasando por encima de la voluntad popular expresada en los votos que favorecieron al candidato opositor Edmundo González Urrutia.

El infortunado desatino madrugador del mandatario colombiano Gustavo Petro forzó en la agenda una crisis de veloz escalada que puso a prueba las habilidades de Claver-Carone. Porque fue él, y así lo reconoció el embajador de Colombia en EEUU, Daniel García Peña, quien tomó las riendas desde Washington para resolver el conflicto.

«Nuestro interlocutor fue Mauricio Claver-Carone, una persona de total confianza y mantuvimos comunicación constante con él», dijo el lunes 27 de enero García Peña a la W Radio.

Dos cosas dejó en evidencia el episodio: que Trump no está dispuesto a tolerar desafíos planteados por gobiernos socialistas y que el encargado de lidiar con la región hará respetar sin titubeos las decisiones en función de los intereses estadounidenses. Claver-Carone se anotó un punto a favor en su nuevo papel.

Si Claver-Carone hizo entrar en razón al desacertado Petro, a los pocos días le tocó otro papel: el de policía malo. La sorpresiva visita a Caracas del enviado presidencial para misiones especiales Richard Grenell -viernes 31 de enero- generó un momento curioso, por decir lo menos, sobre el cual hay -y seguirá habiendo- análisis cruzados.

Mientras el diplomático pero firme Grenell se reunía con Nicolás Maduro y un sonriente Jorge Rodríguez, la voz de Mauricio Claver-Carone se hizo sentir a la distancia para advertir que en Miraflores se iban a tratar cosas serias: la liberación de estadounidenses encarcelados en Venezuela y las próximas deportaciones de venezolanos, incluyendo a criminales del Tren de Aragua detenidos en Estados Unidos.

Y ambas cosas se lograron: seis estadounidenses regresaron a casa con Grenell y Maduro -de momento- se comprometió hasta a mandar los aviones para los deportados. ¿A cambio de qué? Esa pregunta hoy solo se responde a medias: el sábado 1 de febrero se renovó de forma automática la licencia que permite las operaciones de Chevron en el país.

Más allá de si Maduro obtuvo o no algún otro dividendo producto de esa reunión, fuimos testigos de la nueva manera de hacer las cosas con respecto a Venezuela: diplomacia y negociación, sí, pero con mano dura.

Que Grenell haya conversado en persona con Maduro -a quien Trump sigue calificando como dictador- tiene sentido en función de su papel. Y el mismo presidente estadounidense al elegirlo en el puesto lo adelantó en su cuenta de Truth: Ric trabajará en algunos de los puntos más calientes del mundo, incluyendo Venezuela y Corea del Norte.

La diplomacia está de vuelta, escribió Grenell en ese momento: Hablé con varios oficiales de Venezuela y me estaré reuniendo con ellos. Hablar es una táctica. A partir de ahí, lo que queda es entender que las cosas serán así de ahora en adelante y que cada uno de los funcionarios de Trump cumplirá su rol específico.

Claver-Carone, consecuente

La figura de Mauricio Claver-Carone se dio a conocer en 2000 con su presencia en un delicado incidente con diplomáticos cubanos. Una fuente «off the record» recuerda que la primavera de ese año, el entonces estudiante de Derecho participó en una protesta convocada frente a la misión diplomática cubana en Washington, contra la decisión de regresar a La Habana al niño de seis años Elián González –el balserito-, quien había sido encontrado en 1999 aferrado a un neumático en las aguas del estrecho de Florida.

En un punto de esa manifestación, algunos diplomáticos de la isla cometieron el error de salir en la noche a confrontar a las personas que no paraban de increparlos y Claver-Carone resultó agredido físicamente. El incidente provocó luego la expulsión de los cubanos involucrados, se hicieron acusaciones penales contra algunos y comenzó a proyectar la figura del joven abogado como un decidido adversario de la dictadura castrista. Una imagen con la que ha sido consecuente a lo largo de su trayectoria.

Desde ese momento, el señor Claver-Carone se hizo conocido como defensor del embargo comercial de Estados Unidos y de otras políticas económicas estrictas, destinadas a cortar el financiamiento al gobierno cubano, explica la fuente.

Tan consecuente ha sido, que algunos conocedores de los asuntos del exilio cubano en Florida, ven en Mauricio Claver-Carone a una especie de relevo del líder anticastrista Jorge Mas Canosa, el empresario creador y mecenas de la Fundación Nacional Cubano-Americana, fallecido el 23 de noviembre de 1997.

Esto, por supuesto, salvando las distancias entre ambos, al menos en lo que a maneras se refiere: Mas Canosa fue un empresario que de la nada creó un muy exitoso consorcio y que parecía tener un ojo puesto en los negocios y el otro enfocado en la manera de acabar con la dictadura de Fidel Castro. Sus hijos, podría decirse, heredaron ambas pasiones, pero en los últimos tiempos parecen más ocupados en el pragmatismo de hacer dinero y ahora en la gestión como accionistas mayoritarios del ya célebre equipo de fútbol Inter de Miami, cuya estrella y amuleto es Lionel Messi.

Claver-Carone ha ejercido y ejerce su papel preponderante en el lobby anticomunista procurando estar donde se toman las decisiones. Ahora tiene la oportunidad de oro para ser más influyente y decisivo. Y ha sabido identificar en la situación de Venezuela, una herramienta o una vía para sacudirle el piso al régimen de Cuba, hoy encabezado por Miguel Díaz-Canel.

Marco Rubio es una especie de padrino político de él. Son cercanos y lo más probable es que entre los dos manejen la política de la administración Trump hacia Venezuela, explica otra persona desde Florida que también prefiere la discreción porque conoce al personaje: Desde joven y por principios Claver-Carone es enemigo del socialismo y del comunismo.

Detrás de la amistad con nosotros los venezolanos él ve una forma de incidir sobre Cuba. Si cae Maduro, cae Díaz-Canel, apunta la esencia que ha elevado las expectativas tanto del lobby venezolano en Miami, como del exilio cubano. Y con ello, expone el momento actual en la escala de influencia real que adquirió Claver-Carone en esta fase de su carrera política.

El anuncio de su designación por parte del presidente Trump de inmediato disparó la atención sobre esa carrera. Es decir, sobre la hoja de vida de Claver-Carone. En este sentido, hay que tomar en cuenta algunos hitos, más allá de su paso por el Banco Interamericano de Desarrollo.

Por ejemplo, fue el director ejecutivo de Cuba Democracy Advocates en Washington DC, una organización dedicada a la promoción de la democracia y los derechos humanos en Cuba. Y es cofundador y fue director de otra organización llamada US-Cuba Democracy PAC, activa desde 2003 y cuya misión es promover la democracia, el estado de derecho y el libre mercado en la isla. En la práctica, es un grupo de presión muy activo en la Casa Blanca y en el Congreso que respalda a políticos y a iniciativas en contra de la dictadura cubana y que también incluye en sus acciones de lobby el bloqueo a cualquier iniciativa legislativa que financie la existencia prolongada del régimen de Castro, según se lee en su sitio web.

A través de esos mecanismos y del blog The Capitol Hills Cuban, Claver-Carone hizo frente a las medidas de restablecimiento de las relaciones diplomáticas y el acercamiento del gobierno estadounidense con el cubano durante la administración de Barak Obama en 2014.

Fue además docente universitario, ha sido articulista en medios como The New York Times y The Wall Street Journal y durante la presidencia de George W. Bush tuvo el cargo de abogado asesor en el Departamento del Tesoro, de donde pasó rápidamente al despacho de representante de Estados Unidos en el Fondo Monetario Internacional.

Claver-Carone celebró la decisión de Donald Trump de revertir las políticas favorables a La Habana implementadas por Obama y en ese momento, durante su primer mandato, el líder republicano lo nombró director principal para Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional.

En 2020, el mismo Trump dispuso un cambio para él y lo nominó como candidato a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo, una experiencia de la que no salió bien parado. La aspiración generó el rechazo de algunos países que por una parte argumentaron la defensa de la tradición de que sea un latinoamericano quien presida la entidad. Y por la otra, se interpretó la movida como un intento de Trump de imponer su influencia en el corazón del BID.

Claver-Carone, sin embargo, ocupó el puesto pero por poco tiempo: en 2022 fue desalojado por haber violado el código de ética de la institución al relacionarse afectivamente con una subordinada a la que habría –además- beneficiado con rápidos ascensos y con un incremento sustancioso de su salario.

Un revés como ese, signado por un lío de faldas, no podía hacer mella en la amistad entre Trump y Claver-Carone. Y a la vista está: prácticamente en las primeras horas de su nuevo periodo en la presidencia, Trump lo nombró Enviado Especial del Departamento de Estado para América Latina. El exilio cubano lo aplaude. Y una parte del venezolano también.

Claver-Carone conoce muy de cerca la problemática de Venezuela y jamás ha ocultado su desprecio por el régimen chavista. Durante el primer gobierno de Trump, fue el artífice de la política de aplicación de sanciones contra el gobierno de Nicolás Maduro, sus funcionarios e instituciones del Estado que, como se sabe, están todas controladas por el madurismo y los militares.

Jugó también un papel fundamental en la decisión de apoyar la figura de Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela y estuvo directamente involucrado en la arquitectura de presión para sacar a Maduro del Palacio de Miraflores. Algo que, también se sabe, no terminó bien.

Lo que se espera de él es que sea uno de los articuladores de las políticas de mano dura ante los gobiernos de izquierda de la región y en particular contra los regímenes autoritarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Es un tipo competente, bastante inteligente y con un carácter muy difícil. Podría escribir el libro «Cómo ganar enemigos». No es hombre de pasar mano y la política es mucho de hacer eso, explicó a La Gran Aldea un político venezolano que ha tenido un trato cercano con él: Si lo tienes de tu lado es buenísimo, si está en contra, prepárate.

El comisario Iván Simonovis lo ponderó en breves y elogiosas palabras: Muy inteligente. Maneja el tema de Venezuela a la perfección, conoce muy bien a los actores positivos y negativos. Me reuní varias veces con él y su manejo es profundo: conoce a políticos, empresarios, el tema militar…  Decisión muy acertada su designación. Conoce a los actores de la Venezuela de los últimos 20 años, no superficialmente, sino a profundidad.

Claver-Carone ha sido –consecuente con sus posiciones- un crítico feroz de la manera en la que Joe Biden se manejó con respecto al régimen venezolano. Lo explicó, por ejemplo, en un texto de su autoría publicado en Americas Quarterly el 16 de julio de 2024, apenas unos días antes de que se llevara a cabo la elección presidencial que impuso a Maduro por la fuerza:

Mientras tanto, la piedra angular de la política latinoamericana del gobierno de Biden ha sido la normalización del régimen autoritario de Maduro en Venezuela, un paso similar al descuidado abandono de nuestros aliados en Afganistán. Comenzó marginando al líder de la Asamblea Nacional Guaidó y dejando a su esposa y a sus dos hijas pequeñas obligadas a huir a pie sin protección, a través de la frontera con Colombia. Biden conmutó la pena de prisión en EE.UU., de los narcotraficantes de la familia de Maduro, e inexplicablemente indultó y permitió el regreso a Venezuela de su secuaz más hábil y apoderado con Irán. El destino de Venezuela se deja ahora en manos de un acuerdo fallido patrocinado por EE.UU. en Barbados y -una vez más- de unas elecciones de vergüenza con una oposición socavada desde el principio.

De modo que hoy no existen mayores dudas sobre el tono con el que abordará su gestión del caso y menos ante la evidencia del fraude electoral cometido el 28 de julio. La pregunta que quedaba en el aire es el cuándo. Y ya empezamos a ver la acción.

Alejandro Hernández – La Gran Aldea

https://www.costadelsolfm.org/

1 comentario:

  1. En ese sentido, se esperaba que Claver-Carone se activara de inmediato con el espinoso tema del fraude electoral perpetrado el 28 de julio, por el régimen y el alto mando militar venezolano para mantener a Nicolás Maduro como presidente de facto

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