Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

lunes, 10 de febrero de 2025

Gloria Cuenca:¿Tareas de servicio?



Al revisar textos, encuentro algunos maravillosos, me sirven de orientación y guía en estos días difíciles. Como he dicho, sufrí una caída y tengo una fractura en el tobillo, que me ha dejado en cama. ¡Al fin! Conseguí unos médicos maravillosos, casi hijos míos, quiénes con gran persuasión, lograron que me operara. ¡Gracias a Dios! La reflexión constante, como se imaginarán, la información y los intentos de desinformación resultan permanentes y preocupantes. La inquietud, por el devenir, imposible desconocerla: 84 años, no son cualquier cosa.

La televisión abierta, con un mínimo de programas que provoquen atención. Como periodista, estoy acostumbrada: “oigo” la TV, mientras escribo. Gajes del oficio, dirían los maestros. En mi época, las salas de redacción eran escandalosas: el teclear de las máquinas de escribir, radio y TV prendidos, para que no se escapara una noticia, era lo corriente. Esto, para horror de mis hijos, todos también, los nietos. Ahora confinada, ya operada, otra vez en cama, vuelvo a las reflexiones. Tomo consciencia de mi estado de dependencia: ¿Cómo? ¿yo, no más libre, ni independiente? sometida por cuestiones del destino a estar en cama y a depender de valiosas auxiliares. ¡Gracias a Dios! en medio de este momento complejo, hay gente dispuesta a ayudarte y a servirte, frente a la inhabilitación manifiesta. Me doy cuenta: hay un sector de los venezolanos, a los que les cuesta servir. Se nota, gracias a las diferencias manifestadas.

Mis hijos, seguidores de la sentencia del gran San Ignacio de Loyola: “En todo amar y servir”. ¡Gracias a Dios! Son “maestros permanentes”. Sigo, ahora, sus orientaciones. Por fortuna, tomo consciencia tanto su padre, como yo, a pesar de nuestros disparates ideológico-espirituales-religiosos, siempre fuimos compasivos con los demás. Probablemente, también influidos por la necesidad de servir al otro; ¿por qué no reconocerlo? Leído y tomado de un folleto. Tal vez, a ustedes, amables seguidores y contradictorios lectores, resulte difícil de creer, se trata de “Servir al Pueblo”. Escrito por Mao Tse Tung; un folleto de corte humanista y muy interesante. Eso sí, pura teoría, nada de práctica. Sí lo hubieran seguido, la historia en China, sería otra. La actuación servicial en función del prójimo, descrita en el mencionado folleto, recuerda mucho a nuestro mandamiento:” Amar al prójimo, como a ti mismo”.

Vuelvo al punto inicial. ¿Cuál es el significado de servir? Está muy claro: cuidar, atender, proteger, enseñar, apoyar al prójimo que lo necesita. Siempre que éste lo pida. No hay nada peor que pretender “apoyar y ayudar” a quien no “quiere ser ayudado”. Al pretender dar ayuda a quien no lo quiere, porque piensa y siente que no lo necesita, es lo que hace que las personas, se vean rechazadas en esos momentos por prestar ayuda. No es mi caso, ¡A Dios Gracias! He recibido la ayuda que he requerido en estos momentos, complejos y difíciles. He estado sometida a un proceso que ha puesto a prueba mi paciencia y serenidad, pero también de quienes me asisten.

La resistencia ha sido mutua. Los médicos, que me han atendido, todos de primera. No los nombro, pero han sido inigualables en su atención, comprensión, paciencia y explicaciones, con una paciente, anciana, cuestionadora y muy asustada porque se sabe vulnerable y con demasiados años a cuesta para ir a la mesa de operaciones. Por eso agradezco inmensamente toda la asistencia recibida. Mis palabras no reflejan el grado de agradecimiento que tengo para esos sanadores.

También de importancia, la solidaridad de mis hijos y nietos; de mis hermanas y de mis amigas del alma. Cuestión aparte, el afecto y la solidaridad de mis colegas periodistas, por la vía de las instituciones gremiales y personalmente. No tengo como agradecer tanta comprensión, cariño, solidaridad. De alguna manera, me ha llegado esa energía de amor que me ha fortalecido en este tiempo tan complejo y difícil. Miles de gracias y bendiciones por todo lo que describo. Seguiremos adelante mientras la vida y Dios me lo permita. Agradecida a todos. Siempre ¡Hasta el final!.

Gloria Cuenca

https://confirmado.com.ve/

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