Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

miércoles, 29 de enero de 2025

Diálogo sí, pero sobre lo esencial Por Gonzalo González


El problema esencial del país es la contradicción entre la agenda de la sociedad y la de quienes gobiernan. Esa diferencia se ha acentuado con el fraude a la soberanía popular perpetrado la noche del 28 de julio pasado.

Cualquier persona sensata no puede sino estar de acuerdo con un diálogo que dé paso a una negociación que facilite una solución constructiva a la crisis multifactorial que afecta a la nación. Solución que comienza, necesariamente, con respetar el resultado de los comicios presidenciales.

El régimen maniobra constantemente para  que la sociedad acepte el fraude como algo consumado y sin remisión, “pase la página” y se materialice una suerte de normalidad política, un aquí no ha pasado nada. En ese sentido ha comenzado a tratar de instalar en la agenda pública un proceso de cambio o reforma de la Constitución vigente -hace tiempo no observada por quienes tienen el mandato de hacerlo-, así como otras operaciones políticas. Todo para vaciar al fraude de vigencia y presencia en el sentimiento y debate político nacional. 

Toda iniciativa de diálogo o acción política en esa dirección y objetivo no debe ser acogida ni facilitada por el movimiento democrático nacional ni por la comunidad internacional democrática porque serían un espejismo por ser una falsa solución  y contribuirían a solidificar el continuismo y la dictadura.

No desconozco que la Constitución vigente requiere de algunas reformas parciales que en algún momento, en el futuro, deberán ser abordadas; pero esa no es la prioridad nacional. Menos aún si se usa ese tema para desviar la atención y los esfuerzos de lo políticamente prioritario, tampoco para hacerla más regresiva como seguramente intenta el régimen. La anterior aseveración puede ser atribuida, por algunos, a prejuicios del autor, solo que la definitiva deriva dictatorial del chavismo, los antecedentes con Chávez en la materia y las recientes alusiones de Maduro al Estado comunal alimentan y dan pábulo a la certeza en la condición regresiva de lo que se proponen.  Suscribo la tesis de que la vigente sirve perfectamente para regir una transición a la democracia y la reconstrucción nacional pendiente. A quienes no les sirve es a los mandantes actuales para simular legalidad en su gobernanza dictatorial despojada ya de afeites y simulaciones, por eso buscan reformarla y  mientras lo consiguen han venido instalando una paralegalidad casuística y arbitraria. 

Cualquier proceso de diálogo y negociación para ser viable y eficaz debe garantizar la representatividad de los actores del mismo. El régimen siempre insiste en desconocer o bypasear la correspondiente al liderazgo democrático. En los tiempos que corren unos dialogantes o negociadores no autorizados ni respaldados por Edmundo González (presidente electo) – María Corina Machado – Plataforma Unitaria carecen de representatividad y cualidad para llegar a los acuerdos eficaces y sostenibles demandados por el país.

EL NACIONAL.

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