El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, no ha dado demasiadas señales de lo que será su política hacia Venezuela, de permanecer Nicolás Maduro en el poder más allá del 10 de enero de 2025.
Pero la designación como secretario de Estado de Marco Rubio, fuerte opositor a la administración madurista y prosanciones, se interpreta como un indicio de lo que podría ser una política de “máxima presión” hacia Maduro si insiste en juramentarse ante el Parlamento.
Las primeras declaraciones de Trump después de los comicios estadounidenses, en las que criticó la compra de petróleo a Venezuela, también parecen una advertencia del republicano.
Miembros de la Asamblea Nacional de 2015 sostienen que Venezuela necesita más a EEUU en materia petrolera que el país norteamericano a Venezuela y que de llegar a concretarse una ruptura en tales relaciones comerciales, la economía nacional se vería muy afectada.
“Venezuela tiene mayor necesidad”
“Estados Unidos actualmente es el principal productor de petróleo del mundo. Produce más de 13 millones de barriles, muy por encima de Arabia Saudita y Rusia, que están cerca de los 9 u 8 millones de barriles de petróleo. Sin embargo, todavía importa varios miles de barriles, pero puede prescindir fácilmente del petróleo venezolano porque en el mundo hay mucho petróleo; por ejemplo, el que se está extrayendo en Guyana, en Colombia, Brasil, que está aumentando fuertemente la producción y ahora Argentina, más los árabes”, señaló el economista José Guerra.
El exasesor del Banco Central de Venezuela (BCV) sostuvo que Trump no se equivoca cuando afirma que EEUU no necesita el crudo nacional y que la necesidad de que ese recurso llegue a territorio estadounidense la tiene Venezuela porque es un mercado seguro, cercano, paga de contado y con un costo de flete mínimo.
“Estados Unidos puede obtener ese abastecimiento de otras fuentes, puede prescindir del petróleo venezolano sin mayor costo en términos de precios de la gasolina elevados en Estados Unidos o de cualquier otra perturbación que pueda ocasionar el cierre de un mercado como el venezolano, que puede estar aportando ahorita 300 mil o algo así de barriles de petróleo por día. Eso para Estados Unidos es, en mi punto de vista, muy poco”, agregó Guerra.
En sus declaraciones del 16 de diciembre, Trump criticó la compra de petróleo a Venezuela, política que mantiene la actual administración de Joe Biden, a través de negociaciones con Miraflores.
«No tenemos por qué comprar energía a Venezuela cuando tenemos 50 veces más que ellos, es una locura lo que estamos haciendo. No descansaremos hasta que Estados Unidos sea más rico, más seguro y más fuerte de lo que nunca ha sido», dijo Trump.
La promesa electoral de Trump
El expresidente de la Comision de Energía y Petroleo de la AN de 2015, Elias Matta, recordó que dejar de importar crudo fue una promesa electoral de Trump, quien durante su campaña propuso producir más para satisfacer la demanda interna e incluso exportar.
Indicó que se debe esperar a ver si el magnate republicano consuma su promesa, pero coincidió en señalar que sería perjudicial para la economía venezolana una decisión de ese tipo, por cuanto afirmó, EEUU es un buen cliente porque cancela el crudo venezolano a buenos precios, sin descuento.
“La tradición ha sido que Estados Unidos importe petróleo de Venezuela. Nuestro país llegó a estar en el segundo lugar como el mayor proveedor de petróleo de EEUU, lamentablemente con la caída de la producción, el deterioro de las relaciones y el tema de las sanciones ha cambiado drásticamente. Prácticamente ahorita el petróleo que estamos nosotros exportando a ese país es lo que produce Chevron a través de la licencia (OFAC)”, expresó Matta.
Trump, quien toma posesión el 20 de enero de 2025, también amenazó con aplicar sanciones más duras contra el gobierno venezolano si no reciben a los connacionales que resulten deportados desde EEUU.
Antes de las declaraciones de Trump, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que “está sobre la mesa” la posibilidad de cancelar licencias a empresas extranjeras como Chevron para extraer petróleo en Venezuela, luego de que Maduro fuera proclamado como ganador de las presidenciales del 28 de julio, sin que el Poder Electoral mostrara las actas de escrutinio.
Consecuencias para Venezuela
“No se cual será la política de Trump hacia Venezuela, lo que sí sé es que si deja de comprar petróleo o quita la licencia a Chevron, el golpe para Venezuela es noble. Estamos hablando de una pérdida de casi 25% del ingreso petrolero y una pérdida de producción de barriles de casi 200.000 barriles por día. Es decir, es un golpe muy duro si se llega a concretar”, advirtió Guerra.
Trump no se ha referido a las licencias petroleras en específico, pero Matta no descarta que empresas como Chevron presionen para mantener la presencia en Venezuela. El pasado mes de octubre, el Departamento del Tesoro de EEUU a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac), renovó la licencia 41 que permite a Chevron seguir operando en Venezuela de manera limitada, hasta abril de 2025.
En noviembre, hizo lo propio con las empresas de servicios petroleros en perforación y mantenimiento de pozos Halliburton, Schlumberger Limited, Baker Hughes Holdings LLC y Weatherford International hasta mayo de 2025.
Matta agregó que si bien la producción de petróleo en Venezuela ha mejorado, es todavía muy baja, por lo que dejar de exportar petróleo a EEUU traería consecuencias negativas.
“Estamos rondando los 800.000 barriles, se llegó a estar en casi 400.000 en un momento, por supuesto, esa es una producción todavía muy baja, lamentablemente producto de la falta de inversión y el deterioro de la industria. Se ha mejorado, pero todavía no estamos en la mejor condición, éramos el proveedor estrella de América Latina, hoy no lo somos, es Brasil. A pesar de ello, los ingresos petroleros representan la primera fuente de divisas para Venezuela de una manera abrumadora”, añadió Matta.
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