Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

28.10.24

Rafael Gallegos: Venezuela ¿Boom sin petróleo?



Recordamos con un dejo de nostalgia cuando el estornudo de un jeque árabe, una escaramuza en el Golfo Pérsico, o una guerra entre los árabes e Israel generaban aumentos en los precios del crudo que a veces, eran tan altos y prolongados que constituían un boom petrolero y significaban ingreso extra de divisas para Venezuela.

¿Por qué sucedía esto?, simplemente porque Pdvsa era un importante productor de petróleo. Exportábamos más de dos millones de barriles al día. Por ello un aumento de cuatro o cinco dólares por barril, se reflejaba en adicional para el país de unos diez millones de dólares diarios, o alrededor de cuatro mil millones al año. ¿Qué tal?

El polvorín árabe

El mundo árabe es un polvorín desde 1948, el año de la implantación del estado de Israel en Palestina. A lo largo de estos tres cuartos de siglo ha habido innumerables conflictos que han incidido en el incremento de los precios del petróleo.

Tales como las dos crisis de Suez, la de 1956 con motivo de la nacionalización del canal, y la de 1967 generada por la guerra de los seis días que cerró el canal por siete años. El embargo árabe de 1973 multiplicó por cuatro los precios del barril. La caída del Sha de Irán en 1979, llevó el barril de crudo de 11 a 30 dólares.

Luego la guerra Irán vs Irak, la invasión de Irak a Kuwait, y posteriores conflictos estuvieron asociados a alzas de precios que significaron entrada de dinero a las arcas del tesoro venezolano.

El enfrentamiento actual, entre Israel contra los proxis de Irán (Hamas de Gaza, Hezbolá de Líbano y Hutíes de Yemen) y el mismo Irán, tiene posibilidades de escalar a una guerra que dispare los precios del petróleo hasta niveles de tres dígitos.

Y – Dios nos libre – hasta una guerra nuclear, producto de tanta estupidez humana.

Si estalla entre Irán e Israel una guerra –convencional- el precio del petróleo podría llegar a doscientos dólares el barril, o más.  Un gigantesco boom petrolero.

Pdvsa Minimizada

En las circunstancias actuales, Venezuela está incapacitada para aprovechar un boom petrolero. Es decir, la minimización de Pdvsa, por no decir descalabro, nos condena a: booms sin petróleo, y por lo tanto sin significativos ingresos adicionales.

Como sabemos, Pdvsa en esta época de “revolución” ha decaído en un 70 % desde más de tres millones de barriles por día hasta menos de 900.000, lo que ha traído como consecuencia una drástica disminución de divisas, ínfimos sueldos y pensiones, inflación que llegó a ser híper por varios años, y por supuesto escasez, hambre, desnutrición y servicios muy deficientes.

Con estos niveles de producción no es posible aprovechar los booms petroleros. El gobierno promete todos los años que el Niño Jesús va a traer un millón de barriles por día. Por cierto, con el adelanto de la Navidad, el millón de barriles debería haber llegado el 25 de octubre; pero al paso que van ni siquiera lo hará para el 25 de diciembre. Es más, ni para carnaval.

Hoy según la OPEP – fuente de veracidad mundial – Venezuela produce 873 mil barriles por día. Para llegar al millón de barriles este año debería generar en dos meses y medio… 127 mil barriles diarios adicionales. ¿Qué tal?

¿De dónde? Sincerémonos, parece que en la Faja apenas hay dos taladros activos, que como máximo podrían perforar y completar entre ambos cuatro pozos por mes, que a exagerados 1500 barriles cada uno, apenas sumarían antes de fin de año… si acaso veinte mil barriles. Quedarían debiendo más de cien mil barriles por día para llegar al millón.

¿Superarán el millón de barriles diarios con bombeo adicional? Por favor… seriedad. Estamos hablando de ingeniería, no de política.

Además, hay que aclarar que, además de la poca cantidad de producción de petróleo que en caso de boom se reflejaría en un bajo ingreso adicional, habría que descontar el pago de  la gasolina y gasoil que se importa,  debido a la inopia en que se encuentran nuestras refinerías, gracias no a las sanciones, sino a la “revolución”.

La miopía del millón de barriles

Es por decir lo menos, un ejercicio de miopía ofrecerle a Venezuela la producción de un millón de barriles por día, eso es nada para la Venezuela petrolera.

La meta que se le tiene que ofrecer a Venezuela dadas sus potencialidades, es llegar  3 o 4 millones de barriles diarios, 10  o 12 mil millones de pies cúbicos diarios de gas, y procesamiento de más de un millón de barriles en territorio nacional, así como algo similar  en Citgo y otras refinerías nuestras en el exterior.

La visión debe ser convertir a Venezuela en una potencia petrolera. Para llegar a las metas que nos merécenos, hay que cambiar el rumbo. Esta Pdvsa no da la talla. El daño ha sido gigantesco. Y soplar no es hacer botellas.

Llegar a tres o cuatro millones de barriles obliga a reorganizarse para generar Confianza que atraiga inversionistas nacionales e internacionales con cantidades que sobrepasen los veinte mil millones de dólares al año.

Y Confianza más que una palabra, es un diccionario, veamos: F de finanzas probas, L de leyes adecuadas, R de respeto a los inversionistas, S de separación de poderes, T de tribunales imparciales… ¡Ah!, y D de democracia.

Solo así, y con estrategias que se materialicen al transformar los dividendos del petróleo en un país de desarrollo sustentable, Venezuela tendrá con qué aprovechar los booms petroleros.

Hasta que no despegue la industria petrolera, Venezuela seguirá dejando de producir todos los días dos o tres millones de barriles. Es decir unos cincuenta o sesenta mil millones de dólares al año, y usted seguirá en la cola para comprar gasolina, y padeciendo cortes de luz y con salarios que no le alcanzan para vivir.

Ya basta de esta ruta de boom en boom y de excusa en excusa. Urge rescatar la industria petrolera como prólogo para el rescate del país.

https://www.costadelsolfm.org/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario