A menos de 15 días para las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el interés por saber quién ganará entre Kamala Harris y Donald Trump crece en el mundo. Quien llegue a la Casa Blanca en esta apretada carrera determinará el futuro del país por los próximos 4 años, pero también su política externa, de ahí que en naciones como Venezuela se sigan estos comicios con atención.

No es secreto que el tema venezolano es un punto en la agenda para ambos candidatos, algo demostrado en el reciente debate que ambos protagonizaron y en sus constantes discursos, donde mencionan al país.

Las reacciones internacionales luego de las elecciones del 28 de julio en Venezuela, en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró victorioso a Nicolás Maduro frente a Edmundo González, ahora autoexiliado, han sido muy variadas.

Dos días después de las elecciones, Harris pidió que se publicaran los resultados completos de las elecciones y que se respetara la voluntad de los votantes. En agosto, Harris envió una carta a los líderes de la oposición, en la cual pidió que los militares no fuesen violentos con los manifestantes y que el organismo electoral fuese transparente.

Trump no ha hecho ninguna declaración directa sobre la elección, aunque llamó a Maduro «un dictador» en una entrevista en agosto.

Como presidente, Trump adoptó una postura fuerte contra el gobierno de Maduro, intensificando las sanciones en numerosas ocasiones. Eso incluyó cortar el acceso a las instituciones financieras estadounidenses, prohibir la compra de la deuda venezolana y sancionar a personas consideradas como ayudantes de los aliados de Maduro. También sancionó a la empresa petrolera estatal de Venezuela, así como a las empresas y personas que ayudaron a Pdvsa.

Ahora, ¿cuál de las dos opciones es más potable para Maduro?

Tamara Taraciuk Broner, directora del Programa de Estado de derecho Peter D. Bell en el Diálogo Interamericano, estima que la situación política en Venezuela no será una prioridad para Estados Unidos.

“Es difícil saber cuál va a ser la postura de un gobierno en Estados Unidos, sea demócrata o republicano, principalmente porque América Latina no es una prioridad, hay mucha competencia en el mundo con otras crisis que se llevan la atención”, indicó a la VOA la líder del proyecto que analiza la democracia, los derechos humanos, las prácticas anticorrupción y seguridad ciudadana en el continente.

Sin embargo, acota, cualquiera sea el ganador de la elección de noviembre debe entender que América Latina -y Venezuela en particular, por su crisis político electoral- tienen conexión con los asuntos internos que primarán en su toma de decisiones.

Kamala, continuidad de la gestión Biden

Si gana Harris, se prevé “continuidad” de las políticas de la Casa Blanca ante Venezuela de los últimos 4 años, opina la analista Elsa Cardozo. Una de sus características será “el uso político de las sanciones económicas de manera persuasiva” contra el oficialismo, explica.

El mantenimiento de las sanciones económicas y la flexibilización de algunas de ellas se han manejado con el objetivo de persuadir al gobierno venezolano para que adopte “ciertas conductas” políticas, lo que favoreció la firma de los Acuerdos de Barbados, en octubre de 2023, y que hubiese elecciones presidenciales en julio, sostiene la analista.

¿Admiración de Trump a Maduro?

 Cuando estaba en la Casa Blanca, Donald Trump mantenía una doble postura frente a Venezuela: mientras públicamente criticaba al Gobierno, en privado expresaba admiración por Nicolás Maduro por ser un hombre «fuerte», según reveló a EFE en una entrevista la exasesora de la Casa Blanca Olivia Troye.

Troye, una republicana de toda la vida que en estas elecciones votará por Kamala Harris, contó a EFE el «conflicto interno» que la atormentó durante su etapa en la Casa Blanca como asesora principal en seguridad nacional y contraterrorismo para el entonces vicepresidente, Mike Pence.

Una de las situaciones que más le impactaban era la admiración que Trump manifestaba por dictadores y «hombres fuertes», y la naturalidad con la que hablaba de ello en reuniones a las que ella misma asistía. Durante una de esas juntas, Trump elogió abiertamente a Nicolás Maduro, al que denostaba en sus declaraciones públicas.

No obstante, en una reciente alocución, Trump acusó a Harris de querer seguir el plan de Maduro de «arrojar a EE. UU. a un sistema comunista”.

“Nosotros no vamos a usar nuestras fuerzas militares ahí”, dijo Kamala Harris en una entrevista con la cadena Telemundo, al ser consultada sobre su política frente al régimen de Nicolás Maduro en caso de ganar la Presidencia.

Por su parte, la internacionalista Carmen Beatriz Fernández indicó que la política hacia Venezuela es uno de los pocos puntos de encuentro entre demócratas y republicanos.

Esta experta en comunicación política asegura que es notable el acercamiento que quiere hacer Nicolás Maduro con Trump, en los que destaca el interés petrolero.

«No estoy segura de que Maduro se pudiera sentir más incómodo con Trump que con Biden. Yo creo que a la vista de los hechos está igual de incómodo con ambos. Yo diría que Maduro prefiere a Trump, pues con los demócratas ya sabe lo que le espera, con Trump tiene la duda. Y le apuesta claramente a que Putin pueda suavizar su mala relación con Trump», dijo.

efectococuyo.com