Centroamérica quedará especialmente en una posición de vulnerabilidad frente a las políticas de inmigración estadounidenses, ya que las remesas financian gran parte de su actividad económica, según Fitch Ratings. Con Trump o Harris, las remesas y la economía de Latam verán impacto significativoKamala Harris y Donald Trump, candidatos presidenciales de Estados Unidos.
Las políticas divergentes de los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris, tendrán un impacto significativo en la economía de América Latina, particularmente en el caso de las remesas, ante los cambios esperados en los asuntos de inmigración, de acuerdo con un reporte de la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings.
Estas políticas divergentes tendrán un impacto significativo en la economía de América Latina. Los países centroamericanos, en particular, serán muy vulnerables a los cambios de política, ya que sus economías dependen en gran medida de las remesas, dice el documento.
Las remesas han crecido sustancialmente a lo largo de las últimas décadas a pesar de diversas crisis económicas profundas, incluida la pandemia. La contracción inicial de las remesas al comienzo de la pandemia resultó efímera, pero el crecimiento de los flujos desde entonces ha sido cada vez más divergente. Las remesas a Nicaragua se han triplicado en los últimos cinco años, mientras que los flujos a otros países, especialmente El Salvador y Jamaica, se han ralentizado notablemente en los últimos años.
Se estima que en Latinoamérica y el Caribe las remesas representan en la actualidad un 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB), aunque en algunas subregiones como Centroamérica esta contribución salta al 12,7%, y en el Caribe al 9,4%, mientras que en Sudamérica la dependencia es menor y apenas llega al 0,7%, de acuerdo a cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En el caso de El Salvador y Nicaragua, según información de Fitch Ratings, las remesas representan ya más del 30% del PIB.
Uno de los mayores receptores de remesas del mundo es México, donde los flujos de entrada han aumentado constantemente durante la última década hasta acercarse al 3,5% del PIB, desde el 2%, explica.
Más del 90% de las remesas se utilizan para cubrir gastos de consumo diario.
En el caso de que Donald Trump sea reelegido, desde Fitch anticipan un endurecimiento de las políticas migratorias, así como una postura más confrontativa de Estados Unidos hacia México y los países centroamericanos.
Si bien la implementación sigue siendo incierta, su administración ha indicado cada vez más su disposición a restringir significativamente los cruces fronterizos y aumentar materialmente las deportaciones de migrantes indocumentados, dice el reporte.
De acuerdo con información de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) divulgada este mismo mes, Estados Unidos repatrió en el año fiscal 2024 a más de 700.000 migrantes, lo que supone la cifra más alta registrada desde 2010.
Según el reporte de esa entidad, el Departamento de Seguridad Interna (DHS, en inglés) expulsó más de 160.000 personas detenidas en la frontera suroeste a más de 145 países desde el pasado 5 de junio hasta fines de septiembre.
Frente a una eventual Administración de Kamala Harris, Fitch Ratings anticipa una continuidad de política frente a Joe Biden, recordando que la candidata ha manifestado la intención de impulsar una ley bipartidista para cerrar las lagunas en el proceso de asilo, la cual no fue aprobada en 2024 tras la objeción de los republicanos.
Asimismo, esta iniciativa busca dar al presidente una mayor autoridad para cerrar la frontera cuando los cruces son altos y limitar la libertad condicional de inmigración, que permite a los migrantes entrar temporalmente en EE.UU., señala Fitch.
Los flujos de remesas hacia América Latina se desaceleraron al 7,7% en 2023, acumulando los US$156.000 millones, de acuerdo con un informe del Banco Mundial publicado en junio de 2024. Y pese a que la región tuvo un alto desempeño, a nivel global el envío de remesas solo creció 0,7%.
Entre tanto, el costo de enviar US$200 a la región fue del 5,9% en promedio, prácticamente el mismo valor que el año anterior, según el Banco Mundial.
Según el reporte de la agencia de calificación crediticia, así como las remesas dependen en gran medida del mercado laboral estadounidense y han resistido bien los cambios de administración, estos flujos también son altamente dependientes a la renta disponible en Estados Unidos.
Citando un estudio basado en la Encuesta de Población Actual de EE.UU., Fitch explica que un aumento del 1% en los ingresos de los hogares estadounidenses se traduce en un incremento del 0,2%-0,3% en las remesas enviadas al extranjero.
También hay una relación negativa entre las remesas y el PIB de los países de los emigrantes, lo que apoya un motivo altruista: los hogares envían más remesas donde más se necesitan, dijo.
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