El doctor en Ciencias Políticas, Alfredo Rojas-Calderón, considera muy valioso el hecho de que las democracias del mundo hayan exigido al Consejo Nacional Electoral (CNE) las actas de los comicios del 28 de julio; sin embargo, lamenta que esos mismos gobiernos no hayan tomado acciones más contundentes para presionar al gobierno de Nicolás Maduro.
“Aunque se ha insistido en el tema de las actas no hay ni siquiera una iniciativa o un grupo de trabajo para comenzar a presionar al gobierno autoritario para hacer la auditoría del 28 de julio”, le dijo Rojas-Calderón a Luz Mely Reyes, directora de Efecto Cocuyo, durante una nueva emisión del Con la Luz de este martes 24 de septiembre.
El analista considera positivo que los gobiernos democráticos conozcan la crisis venezolana, pero destaca que para que la presión internacional funcione de manera adecuada se deben tomar decisiones de forma de consenso y que se evite convertir la crisis nacional en una cuestión partidista.
«No es bueno para la causa venezolana que la situación se convierta en un tema partidista. Es necesario que estas decisiones y sus acciones vengan por el tema del consenso porque eso le da fuerza. Cuando un partido toma esto como bandera para atacar a su adversario no ayuda (…) Es mejor si todas las resoluciones, las posiciones que se fijan por parte de los gobiernos democráticos, los organismos venezolanos se toman en consenso y no por políticas partidistas. Porque la división no ayuda”, precisó.
El consultor político afirma que todo los buenos oficios son bienvenidos y ayudan, pero también advierte que la crisis venezolana —recrudecida por las violaciones de derechos humanos, el autoritarismo y la pobreza— tiene un carácter de urgencia, que no permite que se pueda esperar para tomar decisiones.
“Ojalá que la solución política que plantea (el presidente de Colombia, Gustavo) Petro se pueda construir. Para que se pueda plantear una negociación que conduzca a la entrega del poder. Pero la solución de Petro no puede esperar más. Es una solución que debe trabajarse desde ya”, insistió en respuesta a la propuesta presentada hoy por Petro que expresa que la resolución de la actual crisis venezolana pasa por conocer quién será el ganador de las elecciones de los Estados Unidos.
La salida de Edmundo González no es un derrota afectiva
Rojas-Calderón analizó también el impacto que tuvo dentro de la sociedad venezolana la salida del embajador de carrera Edmundo González Urrutia del país.
“Mucha gente ha caído en la trampa de asumir la salida forzada de EGU como una derrota afectiva. Pero el foco que hay que ponerle a esto es que hay violaciones a las libertades fundamentales en Venezuela obligaron a un presidente electo a dejar Venezuela y esto debe apuntar a la CPI”, adelantó.
El doctor en Ciencias Políticas consideró que en este momento la situación política se encuentra estancada, con ciertos visos de implantar una normalidad que parece artificial.
“Hace algunas semanas atrás parecía que había una ofensiva represiva por parte del gobierno autoritario, judicial y legislativo para reprimir y violentar derechos fundamentales”, sostuvo.
Rojas-Calderón subrayó la importancia de que el comando de campaña de María Corina Machado se enfoque en transversalizar la política y en tratar de dominar la conversación pública para que se mantenga vivo el clima del 28-J.
“Yo diría que no se trata tanto de hablar de vez en cuando, sino de demostrar que se está hablando todo el tiempo con el país y que esto pueda ser visto”, sumó.
El analista recordó que entre las estrategias del gobierno autoritario siempre está en invertir las prioridades de la crisis política nacional para desviar la atención y ganar tiempo.
El analista recordó que entre las estrategias del gobierno autoritario siempre está en invertir las prioridades de la crisis política nacional para desviar la atención y ganar tiempo.
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