El 5 de noviembre, los estadounidenses acudirán a las urnas para decidir entre dos visiones muy distintas para el futuro del país. El expresidente republicano Donald Trump y la vicepresidenta demócrata Kamala Harris se enfrentarán con la economía en el centro de la escena, ambos candidatos han desplegado una serie de propuestas diseñadas para atraer a un electorado que busca claridad y estabilidad.
Una encuesta reciente de Reuters/Ipsos pone a Kamala Harris por arriba de Donald Trump en la preferencia de los votantes. Harris cuenta con un 45% de apoyo, comparado con el 41% de Trump, una ventaja que se ha ampliado desde julio, cuando la diferencia entre ambos era de apenas un punto porcentual. Esta encuesta, realizada en los primeros días de agosto, señala un aumento en el entusiasmo por Harris, especialmente entre dos grupos clave: mujeres y votantes hispanos.
Kamala Harris ha centrado gran parte de su campaña en propuestas que buscan abordar los problemas económicos que preocupan a la clase media del país. En una nación donde los costos de vida continúan en aument, y la propiedad de una vivienda se ha vuelto un sueño inalcanzable para muchos, Harris ha presentado un plan ambicioso para aumentar la construcción de viviendas asequibles. Este plan incluye incentivos fiscales destinados a estimular nuevas construcciones y reducir los costos para inquilinos y compradores de viviendas.
La candidata demócrata ha hecho de la vivienda uno de los pilares de su campaña, presentando esta iniciativa como una solución integral a un problema que afecta tanto a las áreas urbanas como rurales de Estados Unidos.
Además, Harris ha prometido un crédito fiscal específico para pequeñas empresas emergentes, una medida que busca revitalizar el motor económico de la nación.
Aunque la dirigente demócrata ha evitado entrar en detalles exhaustivos sobre algunas de sus políticas, su enfoque general ha sido claro: construir una economía más justa y accesible para todos los estadounidenses.
Por otro lado, Donald Trump ha hecho de la economía el centro de su campaña, confiando en su historial como expresidente para convencer a los votantes de que él es la mejor opción para gestionar los desafíos económicos del país.
En la encuesta de Reuters/Ipsos, Trump es percibido por un 45% de los votantes como el candidato más capacitado para manejar la economía, superando a Harris, quien obtuvo un 36% en esta categoría. Esta percepción es crucial para la campaña de Trump, quien ha buscado presentarse como el líder que puede restaurar la prosperidad económica que, según él, se vio truncada por la pandemia y las políticas de la Administración de Joe Biden.
Durante una parada de campaña en Las Vegas, días atrás, Trump presentó su plan para eliminar los impuestos a las propinas, una medida que busca ganarse el apoyo de los trabajadores del sector de servicios.
Con Reuters
En la encuesta de Reuters/Ipsos, Trump es percibido por un 45% de los votantes como el candidato más capacitado para manejar la economía, superando a Harris, quien obtuvo un 36% en esta categoría.
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