Luego de las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela, el flujo de migrantes que atraviesan la selva del Darién, en Panamá, está incrementando paulatinamente, con un estimado de 300 a 500 ciudadanos que cruzan diariamente la peligrosa región en busca de mejores oportunidades de vida.
Miles de venezolanos esperaban un cambio de Gobierno tras los comicios, pero ante la proclamación de Nicolás Maduro como vencedor, decidieron abandonar su tierra, reportó Univisión.
"Por la situación del país, porque ahora se está poniendo peor que antes", comentó Emmily Fermín, una madre que dejó el país hace 10 días con sus tres pequeños hijos.
El campamento Lajas Blancas aloja a miles de migrantes quienes emprenden su travesía con rumbo hacia Norteamérica.
"La situación está difícil, Maduro no quiso salir y bueno, nos tocó salir", expresó Samuel Sosa.
Otros deciden migrar hasta con sus mascotas, como es el caso de Jesús Bentancourt, quien trajo a su perro para no dejarlo abandonado en Venezuela y emigrar hacia Estados Unidos.
"Todos nos venimos por la necesidad que bien todos saben estamos pasando en Venezuela", manifestó Exido Parde.
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