Hay poco en qué confiar en las elecciones venezolanas, razón por la cual la votación del 28 de julio se ha vuelto interesante. Nicolás Maduro ha tenido un firme control de la presidencia del país desde 2013, cuando sucedió a su fallecido mentor y predecesor, Hugo Chávez. Últimamente, Maduro ha purgado su círculo íntimo, de alguna manera logró estabilizar una economía venezolana inestable y ahora parece dispuesto a arriesgarse con una votación abierta.
Contra todo pronóstico, un candidato creíble de la oposición, Edmundo González Urrutia, permanece en la carrera. Hasta ahora, Maduro está dejando postularse a González, lo que podría ser su intento de mostrarle a la comunidad internacional que ha dado un paso hacia elecciones más justas.
Pero lo que hace que esta elección sea aún más convincente es la principal figura de la oposición venezolana, María Corina Machado. A pesar de haber sido excluido de las urnas, Machado ha seguido haciendo campaña en todo el país, organizando manifestaciones espontáneas que se prolongan hasta la noche; Las linternas de los teléfonos móviles de los seguidores se han convertido en un poderoso símbolo de la oposición. El respaldo de Machado podría seguir ayudando a González, quien actualmente tiene una ventaja de 20 puntos porcentuales sobre Maduro en las encuestas.
¿Cuán legítimas son realmente las elecciones presidenciales de Venezuela?
Las acusaciones de fraude e interferencia gubernamental han empañado las elecciones venezolanas durante años. Esta vez, el gobierno de Maduro ha prohibido a su mayor rival, Machado, ocupar cargos públicos. En respuesta a esa y otras violaciones de un acuerdo electoral, Estados Unidos restableció las sanciones económicas contra Venezuela, sosteniendo que las próximas elecciones no fueron justas ni libres.
La administración de Maduro también rescindió una invitación a la Unión Europea para monitorear las elecciones de julio, citando sanciones a algunos funcionarios venezolanos. A mediados de junio, ningún observador electoral creíble había aceptado observar la votación. Una encuesta de mayo mostró que si Maduro logra un tercer mandato en el poder, el 41% de los venezolanos consideraría abandonar el país y unirse a una diáspora ya masiva de 7,7 millones de personas. El éxodo ha afectado profundamente a otros países de la región y a Estados Unidos, donde una afluencia de migrantes amenaza las esperanzas de reelección del presidente Joe Biden.
¿Cómo se han desarrollado las elecciones antes?
En contiendas anteriores, como las presidenciales de 2018, la oposición optó por boicotear la votación. Los resultados fueron desastrosos para la oposición, desencantaron a los votantes y contribuyeron a una baja participación; Maduro obtuvo casi el 68% de los votos.
La clara manipulación en nombre de Maduro antes de la carrera llevó a la comunidad internacional a cuestionar la legitimidad de la votación, lo que eventualmente llevó a que docenas de países reconocieran al entonces líder de la oposición y presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como líder del país en lugar de a Maduro. Esa estrategia finalmente fracasó, dejando a muchos venezolanos que residen en el extranjero en una zona diplomática gris que sigue sin resolverse.
Entonces, ¿qué tiene de diferente esta elección?
El movimiento de oposición de Venezuela ha soportado dos décadas de persecución y acoso, junto con muchas luchas internas, estrategias fallidas y líderes exiliados. Sin embargo, esta vez la oposición ve una oportunidad única para el cambio político, con un liderazgo opositor unificado y una creciente desaprobación de la gestión de Maduro. La oposición también obtuvo una victoria notable en 2022, cuando venció al partido de Maduro en una carrera para gobernador en el lugar de nacimiento de Chávez.
Pero el miedo a las cosas raras persiste. Si bien Maduro ha dicho que firmaría un acuerdo con otros candidatos presidenciales para reconocer los resultados de la carrera, fuentes con conocimiento del asunto también dicen que su administración está considerando descalificar a González o bloquear la coalición de oposición. También existe la posibilidad de que Maduro suspenda las elecciones o altere los resultados. El Ministerio de Información de Venezuela dijo que la idea de que Maduro tenía planes de hacer trampa era una especulación infundada.
¿Quién es María Corina Machado?
Machado es un agitadora conservadora y ex legisladora de 56 años. Proviene de una familia adinerada y la empresa siderúrgica de su padre, Sivensa, era la segunda más grande del país cuando Chávez tomó posesión de ella en 2010. La experiencia ayudó a moldear su visión de que el Estado no debería interferir en la economía.
“Confirmó cuán destructivo puede ser el socialismo y un gobierno que busca el control total”, dijo Machado en una entrevista de 2023. “También experimenté de primera mano, como miles de venezolanos, lo que es ser asaltado y saqueado por este régimen”.
¿Por qué Machado es tan popular?
A menudo se la recuerda por interrumpir uno de los discursos de Chávez para criticar el daño que había infligido a la economía venezolana y luego encabezar protestas callejeras contra Maduro, que finalmente llevaron a su expulsión del Congreso de Venezuela. Se mantuvo fuera del centro de atención hasta que anunció su candidatura presidencial, luego apeló a los venezolanos con promesas de eliminar los controles gubernamentales sobre la economía y restablecer la propiedad y las empresas privadas. También pudo unir a la oposición dividida en torno a su objetivo compartido de derrocar a Maduro.
Después de que ganó las primarias de la oposición de Venezuela en octubre con el 92,4% de los votos (y una participación de casi 2,5 millones de personas, más de lo esperado), el máximo tribunal del país restableció una decisión que le prohibía postularse para un cargo durante 15 años. Sin embargo, su presencia ha fortalecido a la oposición, especialmente a los venezolanos de clase trabajadora y rural. Los analistas habían proyectado que, en unas elecciones generales justas y libres, ella podría convertirse en la primera mujer presidenta de Venezuela.
¿Tiene posibilidades Edmundo González Urrutia?
La oposición presentó a González, un ex diplomático poco conocido de 74 años, como su candidato presidencial tras el derrocamiento de Machado. El gobierno no ve que los seguidores de Machado respalden automáticamente a González con el mismo fervor y confía en que Maduro obtendrá suficientes votos para ganar. (También participan otros ocho candidatos de la oposición, lo que podría restarle votos a González).
El obsoleto registro de votantes de Venezuela también podría favorecer a Maduro. Es probable que los más de 7 millones de venezolanos que abandonaron el país durante su mandato voten por el cambio. Pero enfrentan los mayores obstáculos a la hora de emitir su voto: muchos se han mudado a países que no tienen relaciones diplomáticas con Venezuela, lo que significa que deben regresar a sus hogares para votar. La mayoría no puede permitírselo.
¿Algo más que saber?
Existe la preocupación de que la estabilidad de la región esté en juego con estas elecciones. Incluso aliados del gobierno de Venezuela, como Gustavo Petro de Colombia y Lula Da Silva de Brasil, han criticado públicamente casos recientes de retroceso de Maduro en sus compromisos de realizar una votación libre y justa. Ambos han hecho esfuerzos significativos para mediar entre el gobierno de Maduro y la oposición, con Petro y Lula proponiendo un pacto democrático que ofrece garantías para el perdedor de las elecciones, protegiéndolo de cualquier tipo de persecución política, el primer paso hacia una posible transición.
Estados Unidos ha denunciado públicamente algunas de las medidas de Maduro y ha vuelto a imponer sanciones al petróleo y al gas después de determinar que violó descaradamente un acuerdo para permitir una votación más justa esta vez. Al mismo tiempo, Estados Unidos está tratando de utilizar las sanciones como palanca y hasta ahora ha otorgado permisos que permiten a importantes empresas energéticas operar en Venezuela.
El respaldo de Machado podría seguir ayudando a González, quien actualmente tiene una ventaja de 20 puntos porcentuales sobre Maduro en las encuestas.
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