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lunes, 7 de febrero de 2022

Lula promete instaurar una tiranía sanitaria en Brasil. por Mamela Fiallo Flor


A diferencia de Jair Bolsonaro, que ha garantizado la libertad de sus ciudadanos, Lula de Silva hace campaña ofreciendo estrictos controles por la pandemia que ya comienza su tercer año
Lula promete instaurar una tiranía sanitaria en Brasil
Lula da Silva amenaza con negar libertades civiles a los trabajadores de Brasil escudado en el coronavirus. (Twitter)

El expresidente Luis Inácio Lula da Silva ya está en campaña para retomar la presidencia de Brasil en las elecciones que se celebrarán el próximo 2 de octubre. Sus intenciones son clara. En sus discursos como precandidato ha confesado que aprovechará la pandemia del coronavirus para limitar las libertades civiles de los ciudadanos e instaurar una tiranía sanitaria en Brasil.

Si bien anunció que la vacuna contra el COVID-19 no debe ser obligatoria, exclamó que quien no se la ponga deberá «encerrarse en la casa» y no podrá salir a lugares públicos. Pretende limitar la libre circulación no solo de adultos, también de menores.

“Estoy en contra de la vacunación obligatoria. Si Moisés (Sellerges, director del sindicato de metalúrgicos) no quiere ponerse la vacuna, no se la pone. Nadie te va a obligar a vacunarte. Pero tampoco podrá ir a lugares públicos”, dijo Lula.

“Si no quieres vacunarte, es tu derecho. Pero tampoco podrás participar en nada con nosotros. No puedes visitar a familiares, no puedes recibir a tu mamá, no puedes recibir a tu hijo, a tu nieto, tu hijo no puede ir a la escuela”, concluyó.

Las declaraciones de Lula fueron espetadas durante la toma de posesión del nuevo presidente del Sindicato de los Trabajadores Metalúrgicos de São Paulo ABC, Moisés Sellerges, en São Bernardo do Campo.

De manera que Lula, que ha ostentado ser líder de los trabajadores, dejó en claro que les privará a estos de sus libertades civiles e incluso pretende limitar la interacción con sus familias, escudándose en la pandemia.

El financista del socialismo

Cabe resaltar que la posición de Lula afectaría no solo a Brasil sino que podría replicarse en la región, pues él encabezó por años el Foro de Sao Paulo, que financió a los regímenes tiránicos de Cuba y Venezuela con el dinero de los contribuyentes brasileños por medio del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).

El propio Marcelo Odebrecht declaró que la constructora comprometida en casos de corrupción tenía la orden de Lula de priorizar las obras en Cuba. Así mantenía a flote los euros provenientes del turismo en beneficio de los Castro.

”El único país en el que nos dimos cuenta de que había una mayor buena voluntad, un acto, un mayor esfuerzo del Gobierno para ayudar a aprobar el crédito del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social fue sobre el tema de Cuba», declaró Odebrecht.

Solo el puerto de Mariel le costó a los brasileños 957 millones de dólares. Mientras Brasil financiaba a Cuba, el Partido Comunista cubano dotaba a Nicolás Maduro de funcionarios castristas a su servicio. Ese despilfarro llevó a Jair Bolsonaro al poder ante el hastío de los brasileños tras década y media de gobiernos socialistas.

“Venezolanos mueren de hambre por la tiranía de un gobierno que anda de la mano con la dictadura cubana. Vía BNDES y otras fuentes de financiamiento, Brasil es un gran patrocinador del socialismo que masacra a millones en el mundo. ¡Eso cambiará! ¡Con nosotros, el foco es Brasil!”, dijo Bolsonaro durante la campaña electoral. Y así fue.

Por años, Brasil no solo financió a ambos regímenes sino que además fungió como garante ante los préstamos internacionales que además terminaban pagando los brasileños. Esto a su vez desmonta los supuestos bloqueos contra ambas tiranías socialistas, pues obtienen fondos internacionales y, en lugar de pagar, parasitan a otras naciones.

Brasil se hartó del empobrecimiento a expensas del enriquecimiento de los jerarcas socialistas de la región y eligió al hombre que puso fin a esa complicidad: Jair Bolsonaro. Por esta razón, en el primer fin de semana de febrero hubo protestas en Espíritu Santo aclamando la cárcel para Lula y la reelección de Bolsonaro en 2022. «Mito buzine» (toque bocina) en apoyo a Bolsonaro, aclamaban los manifestantes.

«Por nuestras familias», «por nuestras libertades», decían las consignas.

La batalla por la libertad

Bajo la administración de Jair Bolsonaro hubo un recambio cultural a tal punto que el 1 de mayo, celebración históricamente comunista / socialista, conocida mundialmente como Día del Trabajador, en Brasil se convirtió en 2021 en una manifestación masiva en apoyo a la libertad de trabajar en vez del «derecho a trabajar».

Y es que el coronavirus le dio a los gobernadores el poder de impedir que los ciudadanos trabajen e incluso circulen. Pero Bolsonaro los enfrentó en aras de garantizar la libertad. Por lo cual millones salieron a respaldarlo y a enfrentar al Supremo Tribunal Federal (la Suprema Corte de Brasil) que, por un lado, emitió órdenes que permitían a los gobiernos regionales restringir la libertad de trabajar como parte de las medidas por la pandemia, mientras por el otro, anuló las sentencias contra Lula da Silva que sumaban más de 20 años de cárcel y le restituyó los «derechos políticos» al exmandatario que pasó 580 días en prisión tras haber recibido dos condenas por corrupción, dado que siete de los 11 jueces del máximo tribunal brasileño fueron nombrados por su partido.

Gracias a la libertad del trabajo que defendió el presidente Bolsonaro desde el gobierno federal, Brasil fue el primer país del continente cuya economía recuperó los niveles de crecimiento previos a la pandemia.

Brasil deberá elegir este año entre un proyecto que garantiza la libertad y la prosperidad o el retorno de un sistema político-económico que empobrece a sus ciudadanos mientras enriquece a sus aliados y restringe las libertades individuales.

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1 comentario:

  1. “Si no quieres vacunarte, es tu derecho. Pero tampoco podrás participar en nada con nosotros. No puedes visitar a familiares, no puedes recibir a tu mamá, no puedes recibir a tu hijo, a tu nieto, tu hijo no puede ir a la escuela”, concluyó.

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