Es una realidad que durante los últimos meses se ha incrementado el número de ciudadanos venezolanos que llegan a la frontera sur de los Estados Unidos intentando cruzarla sin documentos. Particularmente, el fenómeno se ha visto crecer hacia el oeste de la extensa frontera. Solo en los primeros tres meses del año fiscal, que comenzó en Septiembre, 60 mil venezolanos fueron encontrados en la frontera, superando cualquier cifra anterior.
Pero lo que está generando noticias es el modo en el que la administración federal de los Estados Unidos ha decidido enfrentar este fenómeno: con deportaciones y expulsiones, pese a que ha otorgado un TPS (freno temporal de deportaciones y permiso de trabajo) para los venezolanos que ya se encuentran en territorio estadounidense.
Por un lado, la administración Biden en la frontera ha empezado a aplicar con frecuencia el denominado Título 42, una política sanitaria implementada desde el comienzo de la pandemia con la que se justifican las expulsiones inmediatas de aquellos atrapados intentando cruzar ilegalmente la frontera. De esta manera, aquellos venezolanos expulsados terminan siendo enviados en vuelos a Colombia.
El otro modo de deportación, el que está causando más controversia, es la llamada política de deportaciones sigilosas a Caracas que comenzó en tiempos de Donald Trump en la presidencia, y que como candidato, Joe Biden criticó duramente.
Se trata de vuelos desde Estados Unidos a Republica Dominicana en los que agentes del servicio de inmigraciones del país del norte acompañan a inmigrantes detenidos. Se los conoce como deportaciones sigilosas porque todos van en ropa de civil, aparentando ser turistas sin necesariamente especificar que se trata de una deportación. Esos vuelos a Republica Dominicana no terminan alli, sino que los migrantes deportados son puestos luego en vuelos desde Santo Domingo a Caracas, para volver al sitio del que intentaban salir en primera instancia.
¿Cómo determinan quién va a Colombia y quién terminará en Caracas?
Si los migrantes venezolanos detenidos con irregularidades de documentos intentando quedarse en Estados Unidos vivieron en algún momento en Colombia, entonces las autoridades de migración de Estados Unidos ponen en práctica el llamado Título 42, por un acuerdo entre Estados Unidos y Colombia. Este acuerdo surgió después de que México empezó a limitar el número de migrantes deportados de Estados Unidos que recibiría.
Lo que no está claro es de qué modo se determina que una persona vivió en Colombia, a no ser por su propio testimonio. Muchos de ellos no llegaron a tener documentación colombiana en el tiempo allí.
A Caracas puede ser deportado cualquier persona de ciudadanía venezolana. Pero al no haber relaciones diplomáticas entre Washington y Caracas, el proceso es diferente al de otras deportaciones. Al no poder haber coordinación entre los países, es necesario utilizar un tercer país como escala para poder llevar adelante este tipo de procesos, siendo Republica Dominicana el principal país para esto.
En este momento hay 4.500 venezolanos en centros de detención migratoria de ese país esperando a ser deportados de vuelta a Venezuela.
Otra diferencia a tener en cuenta es que bajo el Título 42 se trata de una expulsión, que no deja una consecuencia a largo plazo si la persona en el futuro quiere solicitar una visa. En el caso de la deportación, por diez años la persona no puede pedir ningún tipo de visa en Estados Unidos.
El otro modo de deportación, el que está causando más controversia, es la llamada política de deportaciones sigilosas a Caracas que comenzó en tiempos de Donald Trump en la presidencia, y que como candidato, Joe Biden criticó duramente.
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