La Universidad de Los Andes, Núcleo Táchira ha sido saqueada unas 15 veces. Áreas como el comedor y el edificio D han sido las más afectadas, y el edificio A y B recientemente sufrieron los embates de la delincuencia que ronda por el lugar sin que hasta ahora los organismos de seguridad hayan logrado detener el delito.
Para el decano y vicerrector encargado, Omar Pérez Díaz, es momento de que toda la comunidad universitaria se una para recuperar los espacios y que las autoridades puedan ayudarles en este propósito. Es por ello que ha convocado para este jueves 10 de febrero una jornada de limpieza en el edificio D, donde esperan recuperar los espacios.
La primera universidad de Venezuela, agregó Pérez Díaz, necesita en estos momentos no solo de sus estudiantes, sino de toda la comunidad. “Da tristeza ver como se encuentra la universidad y creemos que está en nuestras manos poder salvarla”.
Omar Pérez Díaz / Decano y vicerrector encargado de la ULA: Es hora de recuperar los espacios de nuestra preciada universidad
Pérez Díaz instó a los entes gubernamentales a incorporarse en esta intención, porque el edificio D fue prácticamente desmantelado, hasta ahora han conseguido el apoyo de la PNB que ha iniciado labores en los alrededores a fin de que la comunidad se incorpore en la tarea de proteger la universidad, el CICPC que los ha visitado post robo y Politáchira que también ha querido apoyarlos, pero esto no ha detenido a los delincuentes.
Para el vicerrector el edificio D ha sido el escenario para que los alumnos vean sus clases de laboratorio, también ha funcionado para el desarrollo de otras actividades académicas y “no es posible que se deje en el abandono”.
Apoyo
Explicó Pérez Díaz que, pese a que han contado con apoyo de algunos organismos de seguridad, últimamente volvieron a retomar los robos, no solo bastó con robarse los hidroneumáticos y hasta el motor de los ascensores, ahora han robado en el edificio A y B, donde se llevaron todo los equipos de computación y video beam.
“Nosotros tenemos fe de que se van a poder recuperar todos los espacios para poder brindarles una atención adecuada a todos los estudiantes”, dijo.
Incluso, la universidad contó con Yesnardo Canal, quien fungió como el enlace de la Alcaldía de San Cristóbal, y manifestó todo el apoyo para esta jornada de limpieza y recuperación que iniciará esta semana en la universidad.
Inscripciones
La autoridad universitaria aprovechó para llamar a los estudiantes que deseen inscribirse en la ULA a acudir a partir del 21 de febrero, fecha en que se abrirán inscripciones para las carreras de Comunicación Social, Contaduría, Idiomas Modernos, Castellano y Literatura, Física, Matemática, Biología y Química.
“Solo deben acudir el día mencionado con una carpeta contentiva de las notas, copia del título, la partida, registro militar y la certificación de Opsu. Se tiene previsto comenzar clases a finales de marzo”; añadió.
En el caso de la Escuela de Medicina, Pérez Díaz, explicó que la misma depende de la Facultad de Mérida, pero los aspirantes a la carrera pueden ingresar en la página web de la ULA, y allí encontrarán toda la información que necesiten para su ingreso.
Buenas noticias
Para el titular de la casa de estudios, pese a los inconvenientes y a toda la situación económica y sanitaria que vive el país, la ULA ha aumentado su matrícula para este período académico, de solo tener 900 alumnos, la universidad podría tener una matrícula de 3 mil 450, lo cual es una muy buena noticia.
“Sabemos que aún es poco para los 9 mil estudiantes que manejaba la ULA, pero si hemos visto aumentar el interés de los muchachos en retomar sus estudios y eso nos parece una buena señal”, añadió.
También se refirió a la plantilla de docentes que hacen vida en el recinto universitario, asegurando que pese a tener el salario tan bajo, se mantienen activos y han mostrado 100% de solidaridad para continuar con la formación de los jóvenes.
Jhoana Suárez – La Prensa del Táchira - https://www.costadelsolfm.org/
Para el vicerrector el edificio D ha sido el escenario para que los alumnos vean sus clases de laboratorio, también ha funcionado para el desarrollo de otras actividades académicas y “no es posible que se deje en el abandono”.
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