«Antes cruzábamos la frontera para comprar toallas y ahora productos sanitarios», dicen

El ‘turismo farmacéutico’ gana cada vez más adeptos en las zonas limítrofes entre España y Portugal porque puede significar un ahorro económico para quienes viven o pasan sus vacaciones en Huelva, Badajoz, Cáceres, Salamanca, Zamora, Orense o Pontevedra. La causa es el precio más bajo de los tests de antígenos, las mascarillas y el gel antiséptico nada más cruzar la frontera.

El coste de las pruebas para detectar positivos no pasa de los 2,10 euros en el país vecino, que las vende no solo en las farmacias sino que también las ha autorizado en los supermercados. De hecho, se da la circunstancia de que los 25 establecimientos de Mercadona en la franja de Viana de Castelo a Coimbra los pone a disposición del público, mientras que esa misma cadena (como todas las demás) no está autorizada a ofrecerlo en sus estanterías en España, donde el precio de los mismos tests oscila de seis a 10 euros.

En consecuencia, se cuentan por cientos las personas que pasan al otro lado, de igual modo que los ciudadanos lusos se han acostumbrado a un flujo constante para llenar el depósito de gasolina, unos 35 céntimos más barata en territorio español.

Pero ahora es el contexto de la pandemia el que lleva las colas hacia la patria del fado. Quien vive cerca de la frontera lo tiene muy fácil para pasar un día de asueto en Castro Marim, Elvas o Vila Nova de Cerveira para después sumergirse en la atractiva gastronomía lusa y terminar haciendo acopio de tests de antígenos, mascarillas y gel antiséptico con tal de abarrotar la despensa sanitaria en casa.

Veraneantes y vecinos limítrofes

Como declaran algunos ciudadanos, «antes íbamos a por toallas y ahora a por tests»… y no solo lo hacen los que residen en las zonas próximas a los puestos fronterizos sino también los veraneantes que proceden de Madrid, Sevilla o Valladolid.

Una de las razones de semejante ‘peregrinación’ a Portugal por causa de los bajos precios hay que buscarla en que los supermercados portugueses, al recibir el permiso del Gobierno socialista para despachar estos ‘packs’ sanitarios, activan el mecanismo de la competencia con las farmacias y, sobre todo, se benefician de que tienen capacidad industrial para realizar adquisiciones de unos elevados pedidos, con lo cual después pueden vender el producto en función de unas atractivas ofertas.

0,37 euros por mascarilla

Para colmo, las mascarillas también observan una tendencia a la baja en cuanto se cruza la frontera, pues un paquete de 20 se encuentra por 1,70 euros con facilidad y, si son sueltas, las unidades salen a 0,37 euros, en lugar de los 0, 96 céntimos fijados como precio oficial en España.

La explicación tiene que ver con el hecho de que el IVA se mantiene en el 21% en suelo español, todo un contraste con el descenso del 23% al 6% vigente en Portugal.

Nada extraño, por tanto, que quienes cruzan al otro lado con este propósito se traigan de vuelta 200 o 300 mascarillas. E igual por lo que respecta al gel desinfectante, también con un 6% de IVA en territorio portugués.

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